SEVILLA ATLÉTICO 1 – REAL MURCIA 1
Carrillo enseña el camino
El mediapunta marcó en su primer partido como grana y dio un punto a los de Adrián Hernández, que siguen fuera de las tres primeras plazas.
El Real Murcia que se vio en la Ciudad Deportiva del Sevilla FC es otro. Poco o nada tiene que ver el estilo de juego visto frente al filial hispalense con el de los anteriores encuentros. Ni por asomo. El conjunto de Adrián Hernández dejó atrás los pelotazos para tirar el esférico al suelo. Y no le salió del todo mal. Sumó un punto que lo deja en la pelea por las tres primeras plazas, pero queda una jornada menos.
El cambio del conjunto grana lo lideró un hombre, Carrillo. La presencia de Molinero y Verza se notó, pero la del mediapunta fue decisiva. Estuvo omnipresente en ataque y además hizo el gol que sirvió para sumar ante el Sevilla Atlético. Y en sus botas tuvo el 1-2 en un par de acciones.
Pero el giro no fue radical, ni mucho menos. Hay camino por recorrer y uno de los objetivos será evitar los errores atrás. Nada más empezar, dos. Uno de Abenza, cuya cesión a Champagne no la aprovechó Cruz ya que el meta argentino estuvo más rápido y despejó con el pie. En la siguiente, en el 3', Romero se coló en el enorme hueco dejado por la zaga para quedarse mano a mano ante Champagne, al que batió.
El filial, con el resultado a favor, tardó poco en devolver el regalo. En una acción parecida a la de Abenza, Valentino quería ceder a su portero, pero Carrillo se anticipó. Amagó, sentó a Alfonso y marcó a puerta vacía. Tablas antes del 10', en las que las defensas de uno y otro hacían agua. Mejoraron ambas y no hubo más goles, estando el Real Murcia más próximo al 1-2 a pesar de que el control lo tenía el filial. Muñoz, en dos minutos, tuvo dos claras para poner por delante a los visitantes. La segunda, a puerta vacía, la mandó fuera con el hombro.
Laterales doblados
Sorprendió Adrián Hernández con cuatro laterales en el once. Molinero y Baró atrás, con Gurdiel e Iván Pérez por delante. Ayudó a no tener tantos problemas a la hora de defender, pero en ataque lastraba. Todo quedaba para Carrillo y la pelea de Toril.
Aun así, con seis en la retaguardia, otra desconexión pudo salir cara. Romero se presentó ante Champagne al ganar por velocidad a la zaga. Cuando se disponía a disparar, Luna, llegando desde atrás, tapó su chut. Fue la acción más peligrosa del segundo acto, en el que hay que destacar una en la que el balón se paseó por el área pequeña del Sevilla Atlético tras tocarla Toril y el disparo de Carrillo, cerca del punto de penalti, que se fue alto.