El Verdao y el Peixe disputarán en Maracaná la final de la Copa Libertadores 2020. Los dos equipos del estado de Sao Paulo buscan reemplazar a Flamengo como el mejor equipo de Sudamérica. De Gabriel Menino a Soteldo, de Patrick de Paula a Marinho, de Gustavo Gómez a Lucas Verissimo y de un recién llegado como Abel Ferreira a un histórico como Cuca.
Palmeiras y Santos, dos equipos del estado de Sao Paulo, disputarán el 30 de enero (17:00, hora local) en Maracaná la final de la Copa Libertadores 2020. Un torneo marcado, como no, por la crisis del coronavirus, que golpeó de lleno el continente en la parte decisiva de la fase de grupos. Será la primera vez que estos dos equipos, que tantos duelos han vivido a lo largo de la historia, se midan en esta competencia. Además, será la primera final entre equipos brasileños desde 2006, cuando Internacional le ganó a Sao Paulo.
El Verdao buscará su segundo título y el Peixe intentará alcanzar el trono por cuarta vez. Los primeros llegan como favoritos si se presta atención a las individualidades y al crecimiento mostrado por algunas de sus jóvenes figuras como Menino o De Paula, entre otros, en los últimos meses. No obstante, del otro lado, el equipo que venció este torneo de la mano de Pelé o Neymar, aunque no tiene grandes figuras, ha encontrado la fórmula del éxito en el trabajo colectivo que va desde una buena defensa a la contundencia en los metros finales por parte de Marinho o Soteldo.
Palmeiras
Palmeiras inició el torneo con Luxemburgo como entrenador y acabó la fase de grupos con Andrey Lopes como técnico interino antes de la llegada de Abel Ferreira. En esos primeros seis partidos el conjunto paulista dominó con cinco triunfos y un empate. Anotó 17 goles y solo encajó dos ante rivales de un nivel muy por debajo de un claro candidato al título como eran Guaraní, Bolívar y Tigre. Logró goleadas por 5-0 ante bolivianos y argentinos y accedió a octavos como el mejor líder de grupo.
En la primera eliminatoria pasó por encima de Delfín, con un 1-3 en la ida y otro 5-0 en la vuelta. Una exhibición ofensiva que lanzó al equipo a pesar de contar con algunas bajas importantes. En cuartos se midió a Libertad, un equipo mucho más aguerrido con el que solo pudo empatar a un gol en Asunción. No obstante, en la vuelta el equipo volvió a mostrar su poderío para ganar por 3-0.
Durante las semifinales ante River se vieron los dos extremos del equipo. Del 0-3 logrado en Avellaneda a rozar la tragedia en el Allianz Parque perdiendo 0-2 y mostrando muchas dudas en defensa y una nula actuación ofensiva. Sin embargo, lograron el billete a la final.
Santos
El cuadro santista, como Palmeiras, sumó en fase de grupos 16 puntos. Aunque con registros menos espectacular. En total, 10 goles a favor y cinco en contra. Ganó cada uno de los partidos por la mínima y solo Olimpia pudo frenar la racha victoriosa con un empate sin goles en Vila Belmiro.
A pesar de su gran inicio de torneo, en octavos de final no estaba claro el futuro del equipo ya se medía a Liga de Quito, un cuadro de buen nivel que además cuenta con la altitud de la capital ecuatoriana para ser aún más fuerte. Sin embargo, Santos mostró su candidatura con un triunfo a domicilio por 1-2 gracias a los goles de Soteldo y Marinho. En la vuelta Liga venció por 0-1 y rozó la remontada, sin embargo, los brasileños sobrevivieron.
A partir de ahí Santos se mediría a Gremio y Boca, dos de los grandes favoritos que sucumbieron en los duelos de vuelta con estrépito. En cuartos el resultado de la ida fue de 1-1 y en casa el Peixe tuvo un inicio arrollador que le permitió tomar una ventaja de 2-0 en el primer cuarto de hora. Al final el resultado fue un 4-1. Ante Boca mostraron una superioridad también clara y vencieron por 3-0.
Once de Palmeiras
Palmeiras llega con todos sus efectivos disponibles. Gustavo Gómez y Patrick de Paula se recuperaron con margen de sus problemas físicos y lo mismo ocurrió con el joven Gabriel Verón, que podría actuar como revulsivo. Un esquema en el que destaca la fortaleza del centro del campo y la calidad de los laterales en la tarea ofensiva. Abel Ferreira tiene también la opción de acumular más jugadores en la medular y Raphael Veiga puede entrar en el once, por lo que Scarpa quedaría fuera. Una plantilla que es muy amplia y que ofrece al técnico muchas variantes.
Once de Santos
Tampoco habrá jugadores importantes que se pierdan la fina en el Peixe. La única ausencia reseñable será la del centrocampista Jobson, que suele jugar el último tramo de los partidos. No obstante, ahí pueden actuar Lucas Lima o el joven Sandry, que incluso tendría opción de ser titular en lugar de Braga en un esquema más precavido. Del equipo cabe destacar la contundencia en la finalización de los jugadores ofensivos y la eficacia de la zaga, que ha cuajado un torneo sensacional.
Abel Ferreira
El técnico portugués de 42 años tardó poco en llegar a los banquillos después de colgar las botas en 2011 después de una carrera sin demasiado brillo siempre en el fútbol de su país. Dirigió a los filiales de Sporting y Braga antes de pasar al primer equipo de este último y realizar tres campañas de buenos resultados, en una de ellas logró el récord de puntos y goles anotados en una temporada. Luego se marchó para tomar las riendas del PAOK griego, donde los resultados también acompañaban. Sin embargo, en octubre llegó la propuesta de Palmeiras y la aceptó. En pocos meses ha logrado que el equipo accede a la final de la Copa do Brasil y de esta Copa Libertadores.
Entrenador con tendencia ofensiva que ha sabido sacar el máximo rendimiento de cada jugador. Ha recuperado a algunas piezas que parecían perdidas hace apenas unos meses y aunque el equipo aún necesita tiempo para aprender algunos automatismos, parece listo para buscar el título. Suele utilizar un esquema de 4-2-3-1 en el que los laterales suelen aportar mucho en campo rival mientras que el doble pivote sostiene la parte defensiva. En los metros finales el equipo no duda en ser vertical y finalizar las llegadas sin dudar.
Datos de la comparativa: Sofascore
Cuca
El técnico de 57 años cuenta con una amplia experiencia con 23 años de trabajo en los banquillos que le han permitido dirigir a los principales equipos de Brasil como pueden ser Flamengo, Sao Paulo, Gremio, Fluminense, Cruzeiro o Atlético Mineiro. Ahora vive su tercera etapa en Santos y está a un paso de repetir el éxito de 2013, cuando fue campeón de la Libertadores con Atlético Mineiro. Además, se medirá a un equipo que conoce bien y con el que obtuvo el Brasileirao en 2016.
Siempre ha dirigido con pasión y le ha imprimido a sus equipos el extra de fortaleza que se necesita para alcanzar el éxito. No le basta con el talento, si no que pide un trabajo incansable por parte de cada jugador que salta a la cancha. Y ahora ha encontrado un bloque que se adapta a la perfección a sus peticiones. Como su rival, también utiliza la fórmula del 4-2-3-1. Aunque en este caso los laterales suelen contenerse más y el equipo no tiene problemas para generar en ataques más posicionales. La presión intensa es una de sus claves para robar en posiciones de peligro.
Palmeiras
El Verdao ha disputado cuatro finales de Copa Libertadores pero tan solo ha podido sumar un título hasta el momento. En la década de los 60 disputó dos finales (1961 y 1968) pero cayó en ambos casos. En la primera de ellas el equipo paulista cayó ante Peñarol y de aquella plantilla sobresalía Djalma Santos, un bicampeón del mundo. Siete años después el duro Estudiantes se llevó el trofeo con un tercer partido de desempate disputado en el estadio Centenario de Montevideo. Ahí Palmeiras tenía al mítico Ademir da Guía y a Baldocchi, integrante del Brasil del 70, aunque en el Mundial de ese año no jugó ningún partido.
Hubo que esperar 31 años para que el equipo paulista volviese a una final y, esa vez sí, lograr el título. Ante Deportivo Cali el cuadro entrenado por Scolari cayó 1-0 en la ida y venció 2-1 en casa. Luego, la tanda decisiva de penales cayó del cuadro brasileño. De esa plantilla cabe destacar a Marcos, Roque Júnior o Alex. En el 2000, ese gran plantel estuvo cerca de revalidar el título pero la tanda de penales en esa ocasión benefició a Boca en un estadio Morumbí a rebosar.
Santos
Santos también ha jugado cuatro finales en el gran torneo continental de clubes. Sin embargo, su porcentaje de éxito es mucho más alto y cuenta con tres títulos. Dos nombres destacan por encima del resto en esta historia, Pelé y Neymar. Ambos lideraron dos generaciones con 50 años de diferencia para levantar el trofeo.
Pelé logró los títulos de 1962 y 1963. En el primero de ellos el astro llegó lesionado a la final tras el Mundial de Chile y solo pudo aparecer el partido de desempate contra Peñarol. Anotó dos goles y llevó a Santos a lo más alto. Un año después el Peixe reptió título ante Boca. Con victorias tanto en la ida como en la vuelta, donde se certificó el triunfo. Además de Pelé, cabe destacar a Coutinho, que le hizo tres goles al Xeneize.
Luego llegó una prolongada sequía que solo Neymar pudo frenar en un torneo que lo catapultó al fútbol europeo. En la final vencieron a Peñarol con goles del ahora delantero del PSG y Danilo, lateral de la Juventus y ex del Real Madrid. Años antes, en 2003, Santos perdió su único final con otra gran generación de futbolistas que se quedó sin premio. Ahí estaban Robinho, Diego, Renato y Oliveira. Sin embargo, el Boca de Bianchi se mostró demoledor.
Maracaná es uno de los estadios con más historia del mundo. Casa habitual de Flamengo y Fluminense, abrirá sus puertas para la segunda final a partido único en la Copa Libertadores. Recordado siempre por aquél triunfo de Uruguay en el Mundial de 1950, también dejó el título para Alemania ante Argentina en 2014.
Se inauguró en 1950 para ese Mundial que a Brasil se le escapó de las manos y se reformó para acoger la cita mundialista en la que los anfitriones quedaron destrozados en el Mineirazo. Aunque el partido se jugará a puerta cerrada, tiene capacidad para 84.738 espectadores y cuenta con un récord de asistencia que parece imposible de superar a medio plazo. En un Clásico entre Fla y Flu se reunieron 194.603 personas en diciembre de 1963.