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REAL SOCIEDAD

Entre el cabreo y la autocrítica

El entorno de la Real Sociedad todavía le da vueltas al último episodio de la mala racha de su equipo: la eliminación contra el Betis y los errores en la lectura del partido de Imanol.

Entre el cabreo y la autocrítica
Toni RodriguezDIARIO AS

Caer eliminado de una competición siempre deja un poso de decepción y de tristeza bastante grande. Y si encima lo hace como la Real Sociedad en el Benito Vilamarín contra el Betis, entonces a esos ingredientes le tienes que añadir el de la indignación. Porque la primera lectura del adiós a la Copa del Rey del equipo txuri-urdin contra el conjunto bético es que estuvo totalmente condicionada por la injusta expulsión de Asier Illarramendi al comienzo de la segunda parte, cuando ya ganaba por 0-1 con gol de Oyarzabal. Pero Mateu Lahoz se cargó todo lo que vino después. Porque eso marcó ya el desarrollo del encuentro. Y luego si queréis ahondamos en las formas de poder haber evitado esa jugada clave y mucho de lo que llegó después.

Vayamos por partes. Illarramendi no hace ni falta en la jugada en la que la eliminatoria se va al traste, porque se la carga el colegiado. El capitán de la Real no toca a Sidney, que hace un teatro digno de un premio Goya. Pero no contento con eso Mateu, se inventa una amarilla a Mikel Merino, y cuando el VAR se da cuenta de que la falta sería de Illarra y no del navarro, le corrige, así que le pasa la amarilla a Illarramendi, que acaba expulsado. Por algo que no hubo. Y despropósito de después del VAR. Delirante. Claro, dejar a un equipo con un jugador menos toda la segunda parte es penalizarle mucho.

Y aquí viene la segunda parte de la ecuación. ¿No podía haber evitado Imanol la expulsión de Illarra? Debería, habiéndolo dejado en el vestuario como hizo en Córdoba. La situación lo estaba demandando desde hacía tiempo. Y no lo quiso ver, así que los boletos que compró le tocaron. Mala suerte. Y luego Imanol no ayudó mucho a su equipo con los cambios que hizo. No le le dio soluciones, se fue hundiendo cada vez más, y el Betis le acabó empatando, curiosamente cuando se quedó con diez por la expulsión de Sanabria. El partido se fue a la prórroga, y logró reactivar su equipo, eso también hay que decirlo. Tuvo opciones de adelantarse, igual que antes, cuando tenía un jugador menos, también tuvo Portu el gol de la puntilla. Tampoco la suerte le echó un capote en esas acciones. Pero entonces apareció Borja Iglesias para darle la puntilla en la prórroga. Y adiós a la Copa. Al menos, siempre nos quedará el debut de Carlos Fernández para llevarnos a la boca.