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RACING 1 | BILBAO ATHLETIC 1

El Racing no gana ni jugando una hora con un jugador más

La expulsión del portero vasco Iru entregó el balón a los locales, incapaces de hacer valer su superioridad numérica. Los cachorros marcaron en el 91'.

Santander
El Racing no gana ni jugando una hora con un jugador más
Nacho CuberoDIARIO AS

Una hora jugando con un jugador más, se adelanta en el marcador y ni así el Racing fue capaz de sumar los tres puntos ante el Bilbao Athletic. Es un equipo que indudablemente está ayuno de fútbol, no manda en el juego y tampoco tiene el cuajo suficiente para competir de verdad. El equipo de Joseba Etxebarría hizo lo justo (con el eximente de la temprana expulsión de su portero) , pero tuvo el coraje suficiente de acabar el partido en el área rival. Por ocasiones, el Racing estuvo más cerca de la victoria que los bilbaínos, pero la evidente falta de calidad con la que se ha conformado este equipo hizo que se marraran oportunidades claras. El gol del empate de Diarrá retrató al Racing: con tres pivotes defensivos, un centrocampista del Bilbao Athletic recibió completamente solo en mitad del campo un saque de banda, tuvo tiempo para parar, mirar y centrar cómodamente al interior del área verdiblanca. Eso, en el 91', con una necesidad angustiosa de sumar tres puntos. 

De salida, el Racing eligió jugar a equipo pequeño, como en Portugalete, e hizo un planteamiento absolutamente condicionado por el rival, con un central derecho como lateral izquierdo para intentar frenar a Nico Williams, dos pivotes defensivos y un solo delantero. Lícito. Poco estético, pero lícito. Los primeros minutos del juego fueron difíciles de explicar porque el balón lo tenía el Bilbao Athletic, los desajustes defensivos los protagonizaban los defensores locales, pero las ocasiones iban cayendo a favor del lado de los locales. A balón parado (un remate de cabeza de Soko al palo), en jugadas aisladas, pero se iba acercando a la portería de Ander Iru. Portería que dejó de ser de Ander Iru a la media hora, cuando evitó con el brazo, fuera del área que Jon Ander le regateara tras un gran pase de Soko. Tarjeta roja y una hora por delante con uno menos para los de Joseba Etxebarría. El partido cambió. En esa misma jugada, Bustos explotó el balón contra el poste izquierdo del marco rojiblanco. El Racing seguía sin tener fútbol, pero al menos ya tenía la pelota. Menos da una piedra debía pensar Solabarrieta. 

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Nacho CuberoAS

Para cambiar la dinámica del partido, tras el descanso el Racing mete a Riki por Nana, trabajador pero peleado con el balón y con una tarjeta amarilla. No es que el ovetense diera un recital, pero al menos tiene un manejo aseado del cuero y ayudó a que los locales jugaran cada vez más cerca del área rival. Ayudó, claro, que en inferioridad numérica Etxebarría hiciera recular 20 metros su 4-4-1. Sin filo, pero cerca del objetivo. Así discurría la segunda parte para el Racing, hasta que Bustos, llegando por el segundo palo, acertara a embocar un pase cruzado de Soko.

A partir de ese momento, con nada que perder, el entrenador vasco mandó adelantar líneas, arriesgar con el balón y fue metiendo a todos los jugadores de ataque que tenía en el banquillo. Los mensajes de Solabarrieta fueron todo lo contrario. Tenía preparada la entrada de Camus y Balboa justo en el momento en que llegó el gol, anuló las sustituciones, optó por meter un trivote defensivo, en el que destacó defensivamente Íñigo y el equipo, por momentos, perdió el balón. Al meter a Villapalos alejó a Riki de la salida del balón y fue como pegarse un tiro en el pie. Es verdad que a la contra tuvo varias opciones de haber sentenciado el partido, especialmente en un acción en la que Balboa, tras regatear al portero, mandó el balón a un metro de la portería. Tan justo es reconocer eso como que en el 85' Tascón, en el área pequeña y sin portero, fue incapaz de poner la bota para empatar el choque. No es que el Bilbao Athletic tuviera el mando absoluto, pero el Racing estaba jugando a la ruleta rusa y, estando en el momento en el que está, la bala acabó en su sien en el 91'.

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Nacho CuberoAS

El entrenador cambia constantemente de planes, en el once, en los sistemas, en los cambios y en el estilo de juego. Los jugadores están desorientados, timoratos y, por lo visto hasta ahora, con mucho menos talento del que se supone a un equipo que triplica en el presupuesto de plantilla a todos sus rivales del grupo menos al Bilbao Athletic (y acaso al Sanse). Cuesta creer que aunque las matemáticas le concedan todavía opciones, el Racing sea un candidato verosímil a meterse entre los tres primeros para poder optar al playoff de ascenso. La 1ª RFEF, o sea seguir en Segunda B, parece ahora mismo el clavo ardiendo al que agarrarse. Queda una semana de mercado para que, de una vez, sean capaces de enmendar el desatino cometido en la confección del equipo. Ya avisan deesde el club, eso sí, que el mercado está difícil. Que mala suerte tienen. Los racinguistas, se entiende.

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Nacho CuberoAS