REAL MURCIA 0 - BETIS DEPORTIVO 2
Golpe de realidad para los granas
El filial verdiblanco destapa todas las carencias del cuadro de Hernández, que desperdicia una ocasión de oro en su pelea por el ascenso.
Era el día esperado. Sin ser una final, muchas de las opciones del Real Murcia en su pelea por los tres primeros puestos pasaban por doblegar al Betis Deportivo. De vencer a un rival directo, los de Adrián Hernández incluso dormirían con el liderato en el bolsillo. Algo imprevisto al inicio de curso teniendo en cuenta que la plantilla de Nueva Condomina dista mucho de la que tienen UCAM CF, líder, y Córdoba CF. Y también difícil de conseguir viendo el juego que había desarrollado el cuadro de Adrián Hernández durante todo el curso. Pero ahí está el mérito de un equipo que, sin el presupuesto de otros, pelea por los mismos objetivos. O lo intenta.
En los 11 partidos disputados hasta el momento, el Real Murcia ha dejado claro que es un equipo con carencias en muchos aspectos. Especialmente en la generación de juego y en el aspecto ofensivo. Frente al Betis Deportivo sumó los errores en la retaguardia, pues los verdiblancos se llevaron los tres puntos al marcar en dos de sus tres oportunidades de gol. En el 0-1 desarbolaron la defensa local a base de toque y toque, mientras que en el 0-2 al finalizar una contra ante una zaga desaparecida.
Sin ideas. Palazón y Abenza son dos islas en medio de un equipo que apuesta por el balón en largo, el rechace, la segunda jugada. Tienen calidad para elaborar, pero no están acompañados. La idea del entrenador puede que sea diferente a la que ellos quieren, de darle protagonismo al esférico. El juego es predecible: pelotazo de uno de los tres centrales y a esperar que la prolongue Toril. Y si 'la pelota' llega a una banda, centro y a ver que pasa. Esto, ante un Betis Deportivo bien plantado, no sirvió de nada. El único tiro entre los tres palos y cierto peligro fue en el primer tiempo y lo realizó Toril.
El rival estaba cómodo, porque en un estadio sin afición no tuvo ni presión. Se sabía mejor que su adversario y tenía una idea totalmente opuesta al Real Murcia. Hasta el portero tocaba bien el balón con los pies. Ningún compañero dudaba en darle el esférico, ni cuando los delanteros lo presionaban. El primer gol del Betis Deportivo fue de gran belleza. Toque y toque en el costado derecho, el extremo rompe por su banda y pone un centro preciso para que Calderón, llegando desde la izquierda, controle y marque ante Champagne.
Posesión sin más. Tras el descanso, la entrada de Curto y Segura cambió el esquema de los de Adrián Hernández. Defensa de cuatro y dos delanteros. Con Abenza y Palazón en el doble pivote. El Murcia se hizo con la posesión, pero era un dominio estéril ya que Marín no tuvo que intervenir en ningún momento. Centros laterales sin remate, frontales para que la baje Toril, pero nada más.
La suerte de los de Nueva Condomina fue que el Betis Deportivo no estaba acertado ahora en los pases. Les costaba salir adelante cuando recuperaban. De haberlo hecho bien, hubiese gozado numerosas ocasiones. Tuvo dos, y en uno marcó por medio de Raúl, que sólo tuvo que empujarla bajo palos ante un Champagne desesperado. El meta evitó el tercero en el añadido en otra salida que dejó al descubierto el despropósito de los locales.