Un calvario y un centenario
Situación límite para un Madrid con bajas, deprimido y dirigido por Bettoni. El Alavés celebra hoy sus 100 años. Carvajal y Ramos no se recuperaron y jugarán atrás Lucas y Militao.
El Madrid entra en territorio Zidane: la situación límite. Y esta vez tendrá que manejar el delicado asunto el francés, el hombre de las mil vidas, por control remoto, tras su positivo por COVID que le impedirá estar físicamente en Vitoria. Del partido a partido ha pasado el Madrid al desdicha a desdicha en una semana en que cada noticia empeoró a la anterior.
En una sola mañana se conoció que Odegaard ya tiene un pie en el Arsenal; el positivo del técnico, que será relevado por su segundo, David Bettoni; una lesión en el aductor de Valverde, el cuarto hombre del centro del campo, y la confirmación de las bajas de Nacho, confinado por un contacto estrecho con un positivo por COVID, y de Ramos y Carvajal, aún no recuperados de sus lesiones. Todo, con la pérdida de dos títulos en una semana en los lomos y el Atlético ya a siete puntos con un partido menos en medio de un ambiente entre inquietante y depresivo (sigue el encuentro en directo en As.com).
Militao, titular
En medio de tanto contratiempo, ganar en Vitoria es artículo de primera necesidad. Para ello volverá lo que queda sano de la primera unidad con los reajustes a que obligan las bajas. Lucas Vázquez tendrá que volver al lateral derecho y Militao disputará su quinto partido en cuatro meses. El resto serán los pretorianos del técnico, Hazard incluido, pese a que el belga ha resultado invisible desde el regreso de su novena lesión.
En Vitoria, el neón azul ha dado lustre a los principales edificios de la ciudad durante toda la semana como homenaje a su club emblema, que hoy cumple cien años. Quince de ellos los pasó en Primera, entre ellos los cuatro últimos. Y ahí quiere seguir, para igualar su racha más larga entre los grandes de toda la historia. Así que, con el equipo a un punto del descenso, el club reemplazó a Machín por Abelardo, relevo que se produjo en el Espanyol el curso pasado sin efecto.
Con Machín, el Alavés ya le ganó al Madrid en Valdebebas hace dos meses, pero desde entonces el equipo sólo ha vencido en un partido de Liga y la zona de descenso, en la que ya se vio al comienzo de curso, le amenaza. Abelardo tuvo un efecto inmediato en su primera etapa. Tomó al equipo último en diciembre de 2017 y ganó seis de sus ocho primeros partidos. El Alavés acabó decimocuarto ese año y pasó, en el siguiente, 28 jornadas en plaza europea (nueve de ellas en Champions), aunque se derrumbó al final con un triunfo en los últimos diez partidos. En esa racha negra Abelardo y el club discutían sobre una renovación que no llegó. "Pedía el doble de lo que ganaba", dijo entonces el máximo accionista, Josean Querejeta. Y el técnico temía sobre la eficacia de su mensaje el curso siguiente: "El tercer año siempre es el más difícil".
Poco ataque y mucha defensa
Tras la reconciliación ha vuelto Abelardo y se ha estrenado con dos derrotas, una defendible (ante el Sevilla) y otra imperdonable (5-0 frente al Almería en Copa). Su receta, en cambio, es la misma: “Hay que ser fuertes defensivamente y verticales”. La cosa apunta a un equipo de cemento atrás obligado a aprovechar las pocas oportunidades que se le presenten. Hace dos años le salió bien. Con sólo 39 goles y el peor ratio de tiros a puerta por partido (3,2) de toda la Primera División le dio para sumar 50 puntos y quedarse cerca de Europa.
Para el partido recupera a Lucas Pérez, autor de once goles el año pasado. Ahora lleva cuatro, pero tres de ellos de penalti. La baja definición es plomo para el equipo. También las tarjetas rojas. En seis partidos ha acabado en inferioridad. Pero hoy llega el Madrid y tiene el plus del Centenario. Sobre ese trampolín quiere tomar impulso un equipo que este enero ya ha hecho sufrir a Atlético y Sevilla con su fútbol directo y su pericia en el balón parado (así ha hecho el 47% de sus goles).