REAL MADRID
Benzema deja huella
Repasamos la difícil pero exitosa trayectoria del francés en el Madrid. Es el extranjero con más partidos en la historia del club y está a punto de convertirse en el cuarto máximo goledor.
Llegada con presentación galáctica
El Real Madrid cerró su incorporación el 9 de julio de 2007, cuando tenía 21 años procedente del Olympique de Lyon. Otros nombres como David Villa o Zlatan Ibrahimovic sonaban con fuerza, pero se apostó por la juventud. Formó parte de la renovación galáctica que pretendía Florentino Pérez en su segunda etapa como presidente. Fue el tercer fichaje de ese mercado tras Cristiano Ronaldo y Kaka, y gozó de una presentación a la altura. Aquella tarde acudieron 35.000 personas al Santiago Bernabéu para recibir al francés.
Un primer año difícil
Las dudas comenzaron al poco de su llegada. Su adaptación no fue nada fácil. En su primera temporada, bajo las órdenes de Manuel Pellegrini, no fue capaz de aprovechar los más de 1.700 minutos de los que gozó. A pesar de unos primeros partidos ilusionantes, en ningún momento se le vio cómodo en el equipo. Su peor momento llegó en Copa del Rey. Vivió como titular el ‘Alcorconazo’ y, desde entonces, fue señalado por parte de la afición. A pesar de todo, sus números fueron aceptables: nueve goles y seis asistencias.
El “gato” de Mourinho
Uno de sus peores momentos llegó durante la primera temporada con Mourinho en el banquillo. El portugués pidió un delantero en el mercado, pero no llegó. Afrontó el curso con Gonzalo Higuaín y Karim Benzema como únicos nueves, y el argentino, que lo convencía más, se lesionó para varios meses. ‘Mou’ apuntó a la directiva a costa de hundir al francés. “Si no tienes un perro para ir a cazar y tienes un gato, vas con el gato, pero solo no puedes ir”, aseguró en rueda de prensa. Una etiqueta que acompañaría a Karim gran parte de su carrera.
El día que levantó a Florentino del asiento
El día que empezaron a cambiar la cosas fue el 22 de febrero de 2011. Benzema se había convertido en una de las debilidades de Florentino Pérez. El presidente no sólo estaba enamorado de su forma de jugar, sino que actuaba como un padre para él ayudándolo y defendiéndolo a pesar de las críticas. Por eso, aquel día, cuando el delantero marcó un golazo contra el Olympique de Lyon en los octavos de final de Champions League, Florentino se levantó del asiento celebrando de manera efusiva, gesto muy poco habitual que se haría viral rápidamente.
Confirmación en la Liga de los Récords
También bajo las órdenes de Mourinho, el Real Madrid conquistaría uno de sus títulos más especiales: la denominada Liga de los Récords (2011-2012). El equipo superó al Barcelona de Guardiola y lo hizo sumando 100 puntos y marcando 121 goles. Aquel año se vio una de las mejores versiones de Benzema, y dejó claro que su potencial era mucho mayor del que había mostrado. Acabó la competición con 21 goles (fue 5º en la tabla de máximos anotadores) y 11 asistencias. Fue su primer título de liga con el Madrid.
La Décima, su primera Champions
Carlo Ancelotti depositó en él toda su confianza. La salida de Higuaín abrió la posibilidad de firmar un delantero titular. Sin embargo, el italiano decidió que su nueve era Benzema, y no se equivocó. La temporada acabó con la décima Champions League en Lisboa, además de la Copa del Rey. Karim salió reforzado de aquel curso, con la convicción de que seguiría triunfando en el Madrid durante muchos años más.
Cristiano Ronaldo, compañero y amigo
Formaron una sociedad que fue clave en todos los éxitos recientes del Real Madrid. Cuando más habituales eran los pitos para Benzema en el Santiago Bernabéu, Cristiano se encargó de defender a su compañero. Incluso en un partido contra el Alavés, pidió a la afición que aplaudiera una asistencia de Karim y, después le cedió un penalti para reivindicarse. Se convirtieron en amigos. La admiración del portugués por el juego de Benzema es tal que ha intentado convencerlo para fichar por la Juventus.
'Caso Valbuena’ y apartado de la selección
La etapa más negra de su carrera. En 2015, se vio envuelto en el caso de supuesto chantaje a su compañero de selección Mathieu Valbuena con un vídeo de contenido sexual. Benzema fue acusado de ser cómplice. Esto provocó que la Federación Francesa de Fútbol decidiese apartarlo de la selección hasta que se aclarase la situación. A pesar de que la causa se aparcó por falta de pruebas, se decidió no seguir contando con el delantero. La opinión pública se echó encima del delantero. Hasta el Primer Ministro francés, Manuel Valls, se puso en su contra. Ahora se podría reabrir el caso.
La BBC: un tridente para recordar
Junto a Bale y Cristiano, Benzema formó uno de los ataques más letales del fútbol moderno. El Madrid se gastó más de 220 millones de euros para juntarlos, pero la inversión mereció la pena. Entre los tres marcaron 442 goles en sus 293 encuentros, con un porcentaje de victoria del 71.1% (201). "Tenías un cohete, que era Bale, y al anotador, Cristiano. Yo era la pieza para que todo funcionara", comentaba Karim una vez se deshizo la sociedad.
Jugada de funambulista en el Calderón
10 de mayo de 2017. Partido en el Vicente Calderón. Real Madrid y Atlético luchaban por un puesto en la final de Champions. El 3-0 de la ida en el Bernabéu dejaba el camino limpio para que el equipo blanco alcanzase su segunda final consecutiva. Sin embargo, los goles tempraneros de Saúl y Griezmann y la presión del estadio complicaban mucho la clasificación. En ese momento, cuando más oscuro parecía todo, apareció Benzema y se hizo la luz. Recibió la pelota en el costado izquierdo, a pocos metros del banderín de córner. Tres jugadores, Savic, Giménez y Godín, se le echaron encima. Donde cualquiera hubiese tirado la toalla, él hiló una jugada maestra sobre la línea de fondo, dejándolos atrás y sirviendo en bandeja a Isco un gol que valió una final y que pasará a la historia del club.
Tres Champions seguidas
Una de las etapas más gloriosas de la historia del Real Madrid no se entiende sin él. Ganar tres Champions League consecutivas es un hito que podría tardar décadas en volver a suceder. Benzema tuvo un papel protagonista en todas ellas, estando en el once titular en Milán, Lisboa y Kiev. En esta última, contra el Liverpool en Kiev, llegó su gran momento. Marcó un gol de ‘listo’ y jugó un partidazo, siendo clave para que el Madrid se llevase su duodécima orejona.
Sin Cristiano, asume el liderazgo
La marcha de Cristiano fue un duro golpe, tanto para él como para la parroquia madridista. El líder del equipo, máximo goleador histórico, dejaba el club tras innumerables éxitos. Sin embargo, Benzema fue el único que fue consciente de que, si él, había que dar un paso adelante. Desde que se fue el portugués, han aumentado notablemente sus cifras goleadoras. La última liga, conquistada el año pasado, lleva su nombre por la importancia que tuvo en su consecución.
Extranjero con más partidos en el Madrid
El pasado mes de diciembre, Benzema batía otro récord histórico convirtiéndose en el jugador extranjero con más partidos en el Real Madrid, superando a Roberto Carlos. Ya acumula 534, entre ellos 364 de liga, 43 de Copa y 106 de Champions League. Si quiere entrar en el top-10 de futbolista nacionales o extranjeros que más veces han vestido la camiseta blanca necesitará disputar 26 más y superar a Míchel (559).
261 goles de blanco
Actualmente, Benzema es el quinto jugador con más goles en la historia del Real Madrid. Son 261 tantos, y ya está por encima de otros ídolos del Santiago Bernabéu como Paco Gento, Hugo Sánchez y Ferenc Puskas. Está a 29 de Carlos Santillana, que es cuarto, y a 47 del Top-3 que empieza Alfredo Di Stéfano (308). Su promedio también lo coloca entre los mejores con un gol cada dos partidos.
Críticas y fenómeno benzemista
Benzema es uno de sus jugadores que amas u odias. Detrás tiene una legión de seguidores que adoran su estilo de juego, siempre elegante. Sin embargo, tiene la misma cantidad de haters que lo critican por su frialdad. También se pone en duda su posición. Es el delantero centro y así lo indica el nueve de su camiseta, pero actúa como un diez saliendo del área en numerosas ocasiones para ayudar en la creación de ocasiones. Esto ha enamorado a muchos y ha desquiciado a otros tantos, que le piden más presencia en el área rival.
