LAS PALMAS
Pejiño, disponible y Benito, diluyéndose
La recuperación del extremo gaditano, tras más de 2 meses y medio de baja, coincide con el actual bajo estado de forma del aldeano.
Si algo bueno le ha traído a la UD Las Palmas con estos dos parones casi consecutivos, el de Navidad y este de 15 días de la Liga SmartBank, es la recuperación de efectivos importantes como son los de los dos Sergios en diciembre y ahora el de Pejiño, que ya entrena al mismo ritmo que sus compañeros y espera tener sus primeros minutos frente al Leganés, el próximo domingo 24 de enero (19.30 horas).
Con la vuelta del extremo andaluz, que no juega con los amarillos desde que cayera lesionado el pasado 24 de octubre del año pasado por una rotura de fibras del isquiotibial, a lo que se sumó unos problemas en su tobillo, derivados del mal estado césped de Barranco Seco, que le provocaron un edema óseo, Pepe Mel volverá a contar de forma inminente con un hombre que para él fue muy importante en las primeras ocho jornadas de liga y que ya se ha perdido, nada más y nada menos, que 13 citas ligueras. Hay que recordar que mientras estuvo sano, el gaditano disputó aquellos encuentros, siendo titular en seis de ellos, en los que firmó un gol y dos asistencias en un total de 482 minutos, formando un gran trío de ataque junto a Rober y Araujo.
Carne de banquillo. Con el regreso a la vuelta de la esquina de Pejiño, no se auguran buenos tiempos para un Benito Ramírez que se ha ido diluyendo como un azucarillo en los últimos encuentros, convirtiéndose en un jugador meramente residual en los planes de Mel.
El aldeano, desde que fuera sustituido en el descanso frente al Sporting de Gijón, a finales de noviembre, cuando el equipo iba perdiendo 0-2, ha ido desapareciendo poco a poco al firmar solo 5 minutos ante el Lugo, 2 contra la Ponferradina, 11 en Alcorcón, medio tiempo en Vallecas, 13 minutos en la pasada jornada y una sola titularidad frente al Espanyol, hasta que fue relevado en el minuto 65, después de realizar una actuación bastante discreta.
De hecho, ahora ya no solo es que se sumen jugadores de competencia directa en su puesto, como Pejiño, más la previsible subida de canteranos como la reciente de Pau Miguélez, si no que no hay más que ver que en la mayoría de los encuentros citados anteriormente en los que no fue titular, Mel optó por cambiar su sistema de juego y prescindir de las bandas para colocar en su lugar a futbolistas como Kirian, Loiodice o Clemente
Solo con ver los números, las sensaciones y los movimientos del técnico madrileño, lejos queda ya aquel jugador que gozaba de su confianza y que deslumbró a principio de temporada, con desborde y arranque con velocidad y que, gracias a su buen hacer, consiguió su renovación hasta 2024 ante la posibilidad de que se marchara en junio, que era cuando finalizaba su vínculo anterior.
Todo ha cambiado, pasando de ser titular indiscutible a ser un jugador de la llamada "Unidad B" o, quién sabe, de la "Unidad C" y se le busque una salida en forma de cesión en este mercado invernal ante la imposibilidad de tener minutos en este segundo tramo liguero si tanto la entidad como el técnico quiere dar oportunidades a jugadores de la cantera.
