Adiós a Cantatore, uno de los técnicos más queridos
El extrentrenador del Real Valladolid, que llevó al club a dos de sus tres participaciones europeas, ha fallecido esta mañana a los 85 años.
Don Vicente Cantatore ha fallecido hoy, pero preside esa mesa de elegidos en la que se sientan grandes nombres de entrenadores del Real Valladolid y que completarían José Luis Mendilibar, Miroslav Djukic y Sergio González, siempre hablando de los tiempos más recientes, porque seguramente alguno más merecería estar en esa lista por méritos propios, pero la memoria reciente se empeña en colocar en ese Olimpo a estos cuatro.
El chileno (nació en Rosario, Argentina, en 1935 y tenía la doble nacionalidad) ha sido sin duda uno de los que han dejado más huella en los aficionados blanquivioletas. Es imposible olvidar la revolución que se formó cuando fue despedido y lo mal que sentó a los aficionados que aún lo nombran con reverencia. Dirigió al Real Valladolid en 199 partidos siendo el técnico que más partidos se ha sentado en el banquillo blanquivioleta.
Después de ser futbolista hasta 1973, Cantatore llegó a España en 1984 después de haber sido seleccionador de Chile, equipo del que se marchó por no llegar a un acuerdo con los responsables de la Federación. El Real Valladolid fue su primer destino en la piel de toro y ocupó el banquillo de Zorrilla desde 1985 hasta 1989 con un paréntesis. Esa etapa ya fue un tanto convulsa, ya que tras la primera temporada (1985-86) y al comienzo de la siguiente, el técnico decidió dimitir y marcharse después de perder el primer partido de Liga en Las Palmas (2-0), aduciendo que el club no quiso contratar los refuerzos necesarios y fue su primer enfrentamiento con un presidente del club, en aquel entonces Gonzalo Alonso.
Fue sólo un intermedio ya que pocos meses después el chileno se volvió a sentar en el banquillo blanquivioleta y aguantó hasta 1989. Esa segunda etapa fue exitosa ya que logró meter al equipo en la segunda (y de momento última) final de Copa del Rey de su historia, que se jugó en el Calderón ante el Real Madrid con victoria blanca por 1-0 (gol de Gordillo). Esa final y la clasificación del Madrid para la Copa de Europa, le dieron al Real Valladolid la opción de disputar la Recopa de Europa. Cantatore no dirigió al Real Valladolid en Europa, ya que en la campaña 1989-90 fichó por el Sevilla, al que dejó sexto en la Liga.
Tras la etapa en el Sevilla, el técnico volvió a cruzar el charco para entrenar equipos en América. Ganó la Liga con Universidad Católica de Chile y después vivió distintas etapas en Rosario, Gimnasia de la Plata y Colo Colo y también tuvo diversos problemas y dimisiones en esos equipos, alternando con participaciones en la Copa Libertadores, todo ello hasta el año 1994.
Llegaba el momento de volver a España y su puerta de entrada fue el Tenerife en la 1994-95 donde consiguió mantener al equipo canario en Primera en mitad de la tabla y quedó libre al final de esa temporada. Se acercaba el momento de la tercera etapa en el Real Valladolid que tuvo su luz y su sombra.
Su aparición en la campaña 1995-96 fue estelar. El equipo dirigido por Benítez (Antonio Santos se hizo cargo un partido como transición) estaba casi desahuciado a mitad de la segunda vuelta, cinco puntos detrás del penúltimo y a seis de la salvación. Cantatore llegó en la jornada 25 y en 18 partidos (era liga de 22 equipos por tanto había 42 jornadas) logró ocho victorias, seis empates y cuatro derrotas, salvando al equipo en el último partido tras ganar al Betis en Zorrilla por 3-1 y dejando atrás un espectacular 3-8 en el Tartiere ante el Oviedo. El presidente en aquel momento era el recordado Marcos Fernández.
Cantatore ha sido el responsable de dos participaciones europeas del Real Valladolid, la primera gracias a esa final de Copa ya comentada y la segunda para la UEFA al clasificar al equipo en un excelente séptimo lugar en la campaña 1996-97 y se da la circunstancia de que no ha dirigido ni un sólo partido del Real Valladolid en la competición europea.
Ese tal vez sea el momento álgido de Don Vicente en Valladolid y en esos momentos tenía a la ciudad futbolística a sus pies, incluso el alcalde Javier León de la Riva pensó en su tirón popular y le nombró pregonero de las fiestas de Valladolid, algo que el transcurso de los acontecimientos deslució mucho, merece la pena recordar por qué.
En el inicio de la campaña 1997-98 llega el momento más complicado de Cantatore al frente del Real Valladolid; con el equipo dando tumbos en el inicio de Liga, perdiendo 1-3 ante el Betis, 5-0 en el Calderón y 1-2 ante el Salamanca en Zorrilla, la cuerda se tensó. El presidente Marcos Fernández Fernández estaba enfermo con leucemia (falleció en enero de 1998) y su hijo Marcos Fernández Fermoselle como vicepresidente tomó las riendas del club. A pocas horas del primer compromiso europeo ante el Skonto de Riga (venció el Valladolid 2-0 en un partido que tuvo a Antonio Santos en el banquillo), Cantatore y el vicepresidente se engancharon en una discusión dentro de un programa radiofónico dirigido por José María García en la COPE y se produjo uno de los episodios más inauditos imaginables, ya que Marcos Fernández terminó despidiendo en directo al técnico chileno el 16 de septiembre de 1997. Esta fecha es importante ya que sólo unas horas después, el 17 de septiembre Cantatore se asomaba al balcón del ayuntamiento para cumplir el encargo del alcalde de ser el pregonero de las fiestas de Valladolid; con la plaza mayor abarrotada, aquello se convirtió en una manifestación a favor del técnico y en una mancha que estigmatizó toda la trayectoria posterior de la directiva del Real Valladolid, con aquel inolvidable grito del estadio "el hijo del presidente es un subnormal".
Entre sus virtudes estaba la capacidad para convencer a los jugadores que tenía a sus órdenes de que eran los mejores y lograr que creyeran en él a pies juntillas, todo lo contrario que pasaba con las distintas directivas que tuvo en los equipos que dirigió con las que tuvo sus más y sus menos, intentando hacer prevalecer su criterio deportivo a la hora de fichar jugadores. Cantatore dejó muchos momentos, pero los periodistas que cubrían aquellos años la información del equipo recordarán sus entradas en sala de prensa con la frase "ya están los sabuesos hueveando" refiriéndose a las conversaciones de los profesionales.
Tras estos acontecimientos, Cantatore ya no volvió estar cerca del Real Valladolid, aunque siempre estuvo en los corazones de los aficionados que disfrutaron con sus éxitos. Su carrera como técnico ya se desvirtuó con dimisiones y salidas por la puerta de atrás del Sporting de Lisboa (sólo estuvo al frente 20 días) Betis y Sporting de Gijón, con dimisiones y desacuerdos con las directivas. Cantatore dejó de estar en activo con 66 años, en 2001 y desapareció de la vida pública. Con el paso del tiempo regresó a Valladolid, concretamente a La Cistérniga, donde ha vivido estos años de forma anónima en casa de su hijo Marcelo (fue preparador físico del Pucela) y aunque sus últimos años padeció Alzheimer, los aficionados del Real Valladolid no, y su recuerdo siempre ha seguido vivo.