Frenético esprint por las firmas
El lunes acaba el plazo para presentar las 2.257 firmas necesarias para convertirse en candidato oficial a las eleciones del Barça. Se imponen los nervios, las llamadas y la mirada al cielo para que pare de nevar.
“Si en estas condiciones pasamos las firmas, seremos héroes” se escucha en la sede de Jordi Farré, precandidato a las elecciones del Barça, donde se cuentan frenéticamente las firmas que van llegando en cuentagotas para completar las 2.257 necesarias para pasar el corte y convertirse en candidato oficial.
No es un hecho aislado lo que sucede en la sede de Farré. En la mayoría de las otras precandidaturas pasa exactamente igual y cada firma que llega es celebrada como si fuera un gol decisivo. Se vive pendiente de los teléfonos, del mapa del tiempo y de la información de las carreteras.
Muchas de las firmas recogidas en las peñas de toda Catalunya siguen en sus localidades de origen ante la imposibilidad de tomar los coches y llegar a Barcelona a causa de la nevada provocada por la borrasca Filomena.
Emili Rousaud celebraba en su cuenta de Twitter al filo del mediodía del sábado que habían alcanzado las 2.000 firmas “lo tenemos al alcance, pero hace falta un último esfuerzo”, escribía. En los mismos términos se expresaba Lluís Fernández Alà que solicitaba “un último esfuerzo a sus simpatizantes”.
En la sede de Jordi Farré se celebraba la llegada del padre del precandidato, que aparecía con tres firmas que había ido a buscar personalmente. “Me he cruzado toda Barcelona para ir a las casas de los socios”.
Las precandidaturas de Joan Laporta y de Víctor Font que son las favoritas, no son ajenas a este frenesí, aunque desde sus rivales se da por descontado que superarán el corte con cierta holgura.
Para el resto, la cosa irá de decenas de papeletas y hay que ver cuantas son válidas. Farré teme “que haya muchas duplicidades, mucha gente da la firma por compromiso a más de un candidato, por eso es importante tener unas 200 firmas como mínimo de colchón para poder ir sobre seguro”.
Todas las candidaturas coinciden en que a 48 horas del límite de entrega de las firmas están alrededor de las 2.000 recogidas. Una manera de dar un impulso a los que aún dudan y de mantener la tensión.
Desde la mayoría de precandidaturas se coincide en afirmar que los primeros días de recogida fueron un drama por coincidir con las fechas de Navidad. Hasta que pasó el primero de enero no se animaron las sedes.
La pandemia y las medidas de cierre a los establecimientos de restauración también ha tenido su impacto. Jordi Farré explica que “contábamos con que muchos bares de pueblo y ciudades pequeñas donde habitualmente se hace tertulia futbolera aportaran firmas, pero al estar cerrados no hemos podido recogerlas ahí”.
Hasta el lunes a las cinco de la tarde tienen tiempo para ir recogiendo firmas todas las precandiudaturas en un frenético esprint final en el que cada papeleta vale su peso en oro.