Un pésimo Deportivo cae en Zamora y entra en barrena
Los de Vázquez, impotentes y con 9 bajas, suman su segunda derrota consecutiva y acentúan su crisis. Adri Herrera dio el triufo a un Zamora superior.
El Deportivo no quería jugar el partido de Zamora y, visto lo visto, se entiende. Bien que el viaje en pleno temporal no tenía sentido. Bien que los coruñeses tenían nueve bajas. Bien que el campo estaba duro como una piedra. Pero la imagen del equipo coruñés, sobre todo en la primera media hora de partido, es para esconder la cabeza. Sin balón, sin juego, casi sin plan. La consecuencia fue la victoria del Zamora, totalmente justa, que caza a los blanquiazules en la clasificación. La derrota es un palo de los duros, porque es la segunda consecutiva tras la debacle ante el Celta B. Toda una bofetada para un Deportivo que entra en barrena porque según pasan las jornadas se diluyen sus pocas virtudes y se multiplican sus defectos. Otro golpe para Fernando Vázquez, que comienza a dar motivos a los que dudan de su continuidad en el banquillo.
Las numerosas bajas del Depor, a las que se unió las dudas sobre el estado de Keko, se plasmó en un once con claro sabor a Abegondo. Seis canteranos, cinco coruñeses, debut para Manu Mosquera y Adri Castro en liga. Todo un contraste cuando hace poco más de dos meses no había ni un gallego en el equipo inicial de los blanquiazules. El Zamora, mucho más reconocible en su once, presentó como gran novedad la presencia de Mapisa en la portería. Y los primeros avisos, y serios, llegaron por parte de los locales, dominantes y mucho más metidos en faena. Y el acoso tuvo premio a los 10 minutos con un cabezazo a placer del recién llegado Adri Herrera a centro de Vallejo. Veintisiete minutos tardó el Depor en juntar tres pases y disparar a puerta rival tras una cabalgada de Salva Ruiz con posterior ocasión para Adri Castro. Un latigazo y una ligera mejoría al abandonar un rombo en la medía que no tiene sentido cuando no hueles el balón. Ligera sobre todo porque el nivel de los de Vázquez en la primera media hora fue paupérrimo.
Diferente fue el arranque del segundo tiempo, con un Deportivo más presionante, incisivo y activo. Claro, que a diferencia de los de Vázquez en el primer acto, el Zamora sí sabía salir con peligro a la contra en el papel de dominado. Duelo más abierto, pero escasas o casi nulas ocasiones de gol. Buen plan para los locales, pésimas noticias para los coruñeses con muchos momentos de una aplastante falta de ideas y casi agarrados solo al pundonor de Álex Bergantiños. Ni siquera hubo arreón final de los de Vázquez en la búsqueda del empate en una clara demostración de una impotencia que es todo un drama para un Depor que día a día se hunde un poquito más.