Sadiq es el rey
Al Almería, a un punto del ascenso directo, le sobra una hora de juego para golear a una floja Ponferradina con el nigeriano como capitán general.
El Almería es superior y lo demuestra semana tras semana. En el pasado estío la secretaría rojiblanca mejoró la portería, la zaga y el centro del campo. Y, aunque las comparaciones son odiosas y Darwin (de momento) juega en otra liga, los números del sustituto de uno de los delanteros que apuntan alto en el panorama internacional en los próximos años pueden ser mejores que los del uruguayo con la casaca indálica. El uruguayo materializó una quincena, por los nueve momentáneos de Sadiq cuando aún no se ha completado ni una vuelta de campeonato. El Almería hizo, otra vez, un partido bastante completo, aunque un hattrick no se consigue todos los días y la actuación de Sadiq durante la primera media hora destaca sobre el juego coral.
En realidad, el nigeriano no había logrado ni un doblete en España. Pero este Almería quiere romper todos los récords y hoy fue el turno del exdelantero del Partizán de Belgrado. Mientras los más mayores del lugar terminaban de ultimar la cena apareció el rey. No dio espacio para la sorpresa. Morlanes metió una marcha más, asistiendo a Aketxe para que éste filtrase un buen esférico entre Pascanu y Paris Adot para que Sadiq batiese a Caro por su palo corto. En el minuto 11, el segundo. Lazo botó un saque de esquina cerrado y Maras se erigió sobre Valcarce cual niño de sexto de Primaria utilizando la ley del más fuerte para quedarse el patio sobre los recién entrados, ganando la partida el serbio sobre el leonés, cabeceando para que Sadiq aprovechase la salida en falso de Caro.
La Navidad es regalos y al africano no le importó otro obsequio más, nada plástico, pero otro gol al fin y al cabo, que le permite llevarse ese balón inolvidable firmado por sus compañeros. Antes de la media hora un mal bloqueo del meta visitante cayó en las botas del '9' que para no darle con la zurda dio hasta tres recortes en el área de penal, anotando cuando más complicado le era. El póker pudo llegar tres minutos después en una volea tras un buen control, pero el esférico fue a la madera. El nigeriano finalizó la undécima jornada con un gol y la vigésima la hace con nueve. Ya es el pichichi rojiblanco y ya ocupa el podio de goleadores del torneo. Sus dianas valen petróleo: en este espacio de tiempo cada vez que ha anotado, el Almería ha ganado.
Sería injusto justificar la exhibición local por el mal encuentro de la Ponferradina, aunque los de Bolo -en Ponferrada por su positivo- dejaron mucho que desear en tierras almerienses. Para muestra un botón: ningún disparo peligroso en el segundo acto. Cuando Yubri quiso actuar con una galopada se topó con la losa del 3-0, remontable para el Liverpool y poco más, y con Cuenca. El central propiedad del Villarreal se cruzó en su camino antes de que el brasileño encarase a Makaridzke. La Ponfe no encontró premio ni en las ocasiones que intentó enseñar la pata. Pocas y tímidas. Un cuadro visitante con las novedades de Sielva y los exrojiblancos Adri Castellano y Gaspar en detrimento de Larrea, Iván y Dani Romera. Gomes, por su parte, repitió el once de Barcelona, con Aketxe sustituyendo al sancionado Corpas. Con el Almería en su máximo esplendor, Akieme buscó el cuarto, teniéndolo también Villar ya en la segunda mitad, nada más saltar al terreno de juego el ex de Osasuna. Pero los titulares iban a ser para Sadiq, marchándose a la hora de juego precisamente por Villar. Esa segunda parte no fue fácil para ninguno de los dos equipos tanto por ese 3-0 como por la sensación de que nadie se lo levanta al actual Almería.
El lunar fue la expulsión de Akieme en el 75'. El zaguero le hizo una entrada dura a Paris Adot y el videoarbitraje le echó una mano a Prieto Iglesias. Con el paso de los minutos, el ritmo se fue desinflando evidentemente y ahí la Ponferradina le quitó algo el balón al equipo que más lo tiene de la categoría. Ni en esas creó peligro el cuadro berciano, con los rojiblancos cómodos en el campo. Los de Bolo hicieron incluso menos faltas, prueba de la intensidad de uno y otro, casi el doble: ocho y quince. Eso sí, no se fue de vacío por el zurdazo de Curro desde fuera del área en el 82'. El domingo fue casi perfecto para Sadiq y su banda con esa derrota del Espanyol, que coloca a los almerienses a sólo una unidad del Espanyol, mientras que la Ponferradina se queda sin dormir en promoción. El cuadro indálico le mete ya once puntos al séptimo, la propia Ponferradina, con el reto de distanciar aún más al próximo domingo al Leganés el Butarque, recibiendo los ponferradinos al Girona. Aunque ese será otro cantar. Hoy es el turno para que Sadiq sonría.