Molina pone la guinda a 2020 y deja al Valencia en el alambre
Un gol del delantero en el 88’ tumba al equipo de Javi Gracia, que acabó con nueve por las expulsiones de Jason y Guedes. Duarte vio la roja en el Granada, que cierra con victoria el mejor año de su historia.
Los Cármenes echa el cierre a 2020, un año funesto para muchos pero no para el Granada, que ha escrito las páginas más brillantes de su existencia en estos 12 meses. La guinda fue una sufrida victoria ante un digno Valencia al que le faltan recursos y refuerzos si quiere que su transitar hasta el mes de junio no termine convirtiéndose en una agonía insufrible.
Compitió bien el equipo de Javi Gracia, que se adelantó en el marcador y al que la fortuna le dio la espalda justo antes del descanso. El gol de Kenedy en el tiempo extra de la primera parte cambió el rumbo de un partido que el Granada había comenzado a toda máquina pero que el Valencia supo equilibrar con vigor y, por momentos, buen fútbol.
Diego cambió el dibujo por las bajas de Milla y Montoro y su equipo tiró del juego directo para tratar de conectar con sus dos delanteros. Así les encontró. Sobre todo a Luis Suárez, que cantó ¡uy! hasta dos veces en los primeros diez minutos. El arrebato inicial de los nazaríes alcanzó hasta el minuto 14, justo cuando un inspirado y combativo Kenedy batió a Jaume Domenech desde fuera del área. Pero el VAR, ese elemento distorsionador que inunda debates y que no para de generar desconcierto, llamó a capítulo a Cordero Vega. El árbitro anuló el tanto por falta de Foulquier en el arranque de la jugada.
La intervención del videoarbitraje dio un impulso al Valencia, que comenzó a hacer una presión más efectiva, encontró a Soler en la sala de máquinas y dio con la manera de conectar con Gameiro. El francés exigió primero a Rui Silva en una contra y culminó una jugada de catálogo trenzada por Soler, Esquerdo, Guedes y Cheryshev. El Granada se quejó y con razón del VAR porque esta vez, a diferencia de lo que sucedió con Foulquier, no atendió una clara falta sobre Luis Suárez en el origen de la acción.
Uno de los muchos chispazos que dejó el duelo Mangala - Soldado acabó en la falta que Kenedy aprovechó para saldar cuentas y desquitarse del gol anulado. Necesitó esta vez la colaboración de Gameiro, que metió el pie y desvió la trayectoria del balón de forma fatídica para Domenech, a quien no le quedó más opción que hacer la estatua.
El Valencia acusó el golpe y regresó ‘groggy’ del vestuario. Luis Suárez, infatigable, volvió a enviar a las nubes un balón que cazó suelto en el área y pudo decidir antes el partido en un mano a mano ante Domenech tras sacarle los colores a Diakhaby. Dos minutos después, en el 67’, una galopada de Foulquier acabó con un remate al palo del bravo lateral francés.
Cordero Vega terminó de llenar el depósito de la fe del Granada con dos expulsiones consecutivas de Jason, por doble amarilla, y Guedes, que debió decirle algo feo al colegiado. Duarte se olvidó del balón en una contra, derribó aparatosamente a Manu Vallejo y equilibró algo las fuerzas. Las tres rojas en seis minutos rompieron el choque. A los locales les costó sacar partido a su superioridad y cayeron en el desorden hasta que la cabeza de Jorge Molina hizo la luz con un remate perfecto que decidió el encuentro.
Al Valencia, que sigue desangrándose en la clasificación, aún le quedaron orgullo y fuerzas para pisar el área de Rui Silva en varias ocasiones y mantener los nervios a flor de piel en el banquillo de Diego Martínez hasta el pitido final. Vendió cara su piel el equipo de Javi Gracia, pero el Valencia se vuelve a Mestalla de nuevo con las manos vacías y en una posición crítica en la tabla. El mercado se antoja como una solución más que necesaria. Soluciones es precisamente lo que le sobran a este Granada que cierra con victoria el mejor año de toda su historia.
Diego Martínez destaca la "capacidad para remontar ante un gran rival"
El entrenador del Granada, Diego Martínez, destacó tras el triunfo por 2-1 frente al Valencia "la capacidad para remontar" de su equipo ante "un gran rival" y en el último partido de un 2020 que calificó como "extraordinario y sobresaliente" para los suyos.
"Estamos muy contentos por el resultado, por el equipo y por la capacidad para remontar ante un gran rival, con jugadores de tanto talento", indicó Martínez en rueda de prensa sobre un choque que cree que empezaron "bien".
El técnico del Granada explicó que, "tras el gol anulado a Kenedy" en los primeros minutos, su equipo se "salió" del encuentro "y ellos se metieron mejor".
"Hemos tenido ocasiones en un partido muy abierto, en el que hemos creído hasta el final", subrayó el preparador gallego, quien reconoció que estuvieron "muy precipitados en los últimos minutos por las ganas de ganar".
El entrenador rojiblanco, que, como es habitual en él, no habló de la actuación arbitral, asumió que concedieron "más transiciones en contra de las deseadas" y destacó la actuación de Alberto Soro y de Jorge Molina, que fueron "determinantes y claves".
"Son dos chicos que se lo merecen. Tienen un comportamiento ejemplar en el día a día y se merecían darle la victoria a su equipo por todo lo que nos dan más allá de que su entrenador los ponga más o menos minutos", afirmó sobre los protagonistas de la jugada del 2-1.
Diego Martínez también aseveró que "la insistencia y el compromiso" de su equipo fue "brutal" y se mostró muy satisfecho porque ve un Granada "competitivo, valiente, que cree en lo que hace y que compite sin poner excusas".
El técnico calificó 2020 como "un año muy duro y difícil en lo social, pero extraordinario y sobresaliente en lo deportivo" para su equipo, y afirmó que todos los granadinistas firmarían tener todas las temporadas en Primera "veinticuatro puntos a falta de cuatro partidos para acabar la primera vuelta". EFE