Expósito: la amenaza en el Camp Nou nació en Barcelona
"Jugar en casa siempre es ilusionante. Salí hace muchos años y me ha costado mucho llegar a lo más alto", expone el centrocampista armero, formado en el Damm.
Para Expósito no es un partido más el de mañana por la tarde en el Camp Nou. Nacido hace 24 años en Cubelles, el pueblo del famoso artista circense Charlie Rivel, en la provincia de Barcelona, el centrocampista armero ha explotado como gran futbolista en la élite. En cuatro años pasó de jugar en Tercera a ser uno de los jóvenes más destacados de Primera. Ha ido escalando por el grupo gallego de Tercera, la Segunda B y la Segunda División. Por su estilo de juego y exigencia, Mendilibar siempre mejora a los mediocentros. El caso más claro es Jordán, que se proyectó hacia el Sevilla pasando por sus manos.
Es el tercer jugador con más minutos jugados del Eibar (1.082), tras los insustituibles Dmitrovic y Kike García; el segundo de campo en número de pases (443) tras Arbilla; y el que atesora más recuperaciones (86). Este último apartado es la gran especialidad de la casa. Se trata de un centrocampista versátil, útil para intereses ofensivos y defensivos. Alcanza el notable en casi todas las facetas del juego. Nunca se esconde, tiene gran fondo físico y lo mismo está atrás en la recuperación que en llegadas al área contraria como enganche.
Ya en Segunda B, Edu Expósito fue uno de los baluartes del filial que estuvo a punto de conquistar el campeonato del Grupo I. Formó parte de la autodenominada “Fabrilia” junto a futbolistas como Diego Caballo, Borja Galán, Óscar Pinchi, Uxío da Pena, Álvaro Queijeiro o Jorge Romay. También se dejó ver con los mayores, incluso en Copa. En la temporada 2018-19 dio el salto con todas las de la ley al fútbol profesional, junto con Caballo. Natxo González y Pep Martí ya advertían que ahí había un diamante en bruto. Y el Eibar se hizo con sus servicios en 2019 tras el ascenso frustrado del Depor por una cantidad cercana a los 4 millones de euros, el fichaje más caro de la historia en Ipurua.
"Jugar en casa siempre es ilusionante. Salí hace muchos años de Barcelona y me ha costado mucho llegar a lo más alto. Actuar en tu ciudad contra uno de los mejores clubes del mundo es un premio. Lástima que mi familia no me pueda ver en el campo", remarca a AS el centrocampista catalán, quien sabe que no tendrán que lidiar con Messi, pues causa baja: "Cualquiera nos la puede liar...se trata de un rival que juegue el juegue, hemos de estar perfectos y no hacer concesiones".