NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

MIGRANTES DEL BALÓN

Sergi Escobar: "Queremos escribir nuestro nombre en la historia de América de Cali"

El castellonense Sergi Escobar, asistente de Juan Cruz Real en América de Cali, atiende a AS horas antes de medirse a Santa Fe en la final de la liga colombiana.

Actualizado a
Sergi Escobar celebra una de las victorias de América de Cali frente a Atlético Nacional.
Sergi EscobarTwitter

"A veces hay que salir al extranjero para que te valoren más en casa". Son palabras que Sergi Escobar (Almazora, 1975) pronuncia desde Cali, donde, a más de 8.500 kilómetros de su hogar, disfruta del fútbol profesional. El almazorense, asistente del argentino Juan Cruz Real en el banquillo de América de Cali, se encuentra a las puertas de ganar su primer gran título: los diablos rojos buscarán revalidar el campeonato de la Primera División colombiana en una eliminatoria a doble partido en la que se medirán a Independiente Santa Fe. "Será complicado porque han demostrado ser el equipo más regular del torneo, pero en nuestro vestuario se respira positivismo. Se huele en el ambiente que vamos a ser un equipo muy difícil de roer. Hemos sufrido mucho y eso nos ha hecho mucho más fuertes", descubre Escobar tras eliminar en los 'play-offs' a Atlético Nacional y Junior, "dos de los equipos más potentes de Colombia".

Dice Sergi Escobar que lo tenían "todo en contra". Y así es. América de Cali conquistó en 2019 su primer campeonato desde 2008, pero el cuerpo técnico responsable de la gesta, encabezado por el brasileño Alexandre Guimaraes, se marchó debido a la reducción de presupuesto provocada por la la Covid-19. Fue entonces cuando Juan Cruz Real y Sergi Escobar llegaron al banquillo de los diablos rojos. "La exigencia era muy alta. Se redujo el presupuesto y fuimos valientes apostando por la cantera. Era arriesgado y nos habrían azotado si llega a salir mal. Por eso estamos tan orgullosos. Con 20 años no es nada fácil rendir en el 'mata-mata', donde un detalle te deja fuera", relata Escobar. Pablo Ortiz (2000), Luis Sánchez (2000) y Santiago Moreno (2000) fueron titulares frente a Junior. Carlos Barreiro (2001) y Émerson Batalla (2001) salieron desde el banquillo. "Si antes valían un peso ahora cuestan mil. Son el patrimonio de América de Cali y van a llegar muy lejos", valora Escobar, quien destaca a Ortiz: "Es un central zurdo con buena salida de balón y una velocidad máxima de 35 km/h".

"Lo que más me ilusiona ahora es poder llevarle a mis dos niños una camiseta de América y la medalla de campeón"

Sergi Escobar

En Colombia, Sergi Escobar también convive con el ex del Granada Adrián Ramos, el gran baluarte de América de Cali a pesar de sus 34 años. "Me quito el sombrero con él. Es el gran capitán, el gran guía de todos nuestros jóvenes. Ha respaldado al cuerpo técnico en todo momento y eso nos ha ayudado a estar donde estamos. Lo que 'Adriancho' dice va a misa. Es tremendo, como jugador y como persona", descubre Escobar, quien confiesa que caer eliminado en Copa Libertadores sirvió a América para centrarse en liga, "lo que nos ayudó a asentar las bases de nuestra idea de juego". "Habríamos preferido seguir, pero no hay mal que por bien no venga", añade.

A pesar de que aún no puede entrar público a los estadios de Colombia, América de Cali ha sentido el aliento de su hinchada, presente en todos los desplazamientos del equipo. "En Colombia están locos por el fútbol. Se vive con mucha pasión y nuestra afición es tremenda. Nos sigue allá donde vamos", descubre Escobar. Con la clasificación para la próxima Copa Libertadores ya en el bolsillo, el español anhela conquistar el título de la Primera División colombiana para poder dedicárselo a su familia, a la que no ve desde hace meses. Sin ir más lejos, aún no conoce en persona a su segundo hijo, que nació el pasado mes de octubre en España: "Estoy orgulloso de lo que decidí. Todo esfuerzo tiene su recompensa, y lo que más me ilusiona ahora es poder llevarle a mis dos niños una camiseta de América y la medalla de campeón. Y darles todos los besos y abrazos que no les he podido dar durante este tiempo. Sería un sueño hecho realidad. El subcampeón se olvida, por eso queremos rematar la faena. Queremos escribir nuestro nombre en la historia de América de Cali".