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SEVILLA 1-1 VALLADOLID

Aprobados y suspensos del Sevilla: poco gol, más miedo

Ocampos lideró al equipo de Lopetegui en ataque, pero la pegada no cerró la cita. Los cambios propiciaron un paso atrás y nadie lideró la pausa.

Koundé y Fernando, ante Marcos André.
Toni RodriguezDIARIO AS

Sin reservas ni improvisaciones. Así enfocó Lopetegui la cita ante el Valladolid y la respuesta de su equipo fue notable en el primer tiempo. El Sevilla mandó con el balón y Ocampos voló entre los espacios que él mismo se inventó. Otro mundo llegó tras la reanudación y el paso atrás en el tramo final fue una condena en Nervión.

Bono: Seguro en la salida de balón, no tuvo que aparecer apenas en acciones de peligro hasta la estirada que poco pudo hacer en el 1-1. 

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Navas: Siempre fiable, el Valladolid apenas inquietó por su costado.

Koundé: Su exceso de confianza pudo costar caro en la acción en la que Marcos André se topó con el poste. Seguro en la salida de balón y bien por arriba; poco pudo controlar en ese córner que supuso el 1-1. 

Diego Carlos: No tuvo problemas en sus intervenciones, aunque en los últimos minutos también reculó ante los intentos del Valladolid. 

Acuña: Quizás brilló menos de lo habitual en el aspecto ofensivo, aunque estuvo firme atrás pese a la insistencia de Orellana e incluso Hervías.

Fernando: Fue providencial en más de una ayuda atrás. Su inteligencia táctica estaba logrando minimizar al rival, aunque no encontró la fórmula para evitar el empuje final del Valladolid. 

Rakitic: Lopetegui quiere más de él, sobre todo a la hora de ser más incisivo en sus pases hacia tres cuartos. Lo intentó de falta y poco más.

Óliver: No brilló tanto como en los últimos duelos, aunque sí bastante fiable en su asociación. Jugó unos metros por delante de Rakitic e intervino mucho de espaldas al juego, algo que no potencia sus cualidades. Quizás unos metros más atrás...

Suso: Le da pausa al juego en tres cuartos y, a veces, su equipo lo agradece. No tuvo fortuna en sus intentos de cara a buscar portería. 

En Nesyri: No protagonizó grandes acciones de peligro, aunque apareció en la acción del penalti. Su mejor logro fue no dejar de correr hasta el final.

Ocampos: Fue un torbellino desde el minuto uno. Se ofreció siempre, encaró, se asoció y buscó su habitual verticalidad con todas las intenciones. Se topó con el larguero en su primer intento de definir y sí acertó bajo la calma de su penalti en el 1-0. Enésimo enfado cuando fue cambiado.

También jugaron:

Jordán: Dio velocidad a la salida de balón, aunque no logró culminar con éxito ninguna contra. Su presencia en casi todos sitios dio más garantías al equipo en la ocupación de espacios.

De Jong: No apareció más allá de alguna falta en ataque.

Óscar: Pocas apariciones en juego. Cuando ingresó al campo ya había en escena mucho juego directo y poca pausa.

Gudelj: Entró para dar más fuerza y sostén en la zona media y vio la amarilla casi al instante. Su entrada propició un paso atrás del equipo.