Vinicius se apaga
El brasileño gastó otra bala ante el Athletic. Desde la visita a Mönchengladbach, intenta menos regates y remata mucho menos a portería. No rentabiliza la baja de Hazard.
Vinicius, que empezó como la luz más brillante del Real Madrid en el inicio de esta temporada 2020-21, se apaga poco a poco. El brasileño anotó dos de los primeros seis goles del equipo blanco en Liga, dos tantos de suma importancia que permitieron sumar seis puntos ante Valladolid y Levante. A falta de una versión superlativa en el regate, parecía haber encontrado la puntería que siempre le había sido esquiva. Sin embargo, la visita a Mönchengladbach lo cambió todo para Vini.
Fue un partido para olvidar del brasileño: no le salió nada y, en el postpartido, trascendieron imágenes de Benzema y Mendy criticando su rendimiento. "No se la des, juega contra nosotros...", le dijo el delantero al lateral, un comentario desafortunado que acabaría trascendiendo y por el que ambos jugadores zanjaron la polémica en el entrenamiento siguiente. Pero aquellos comentaron generaron una herida que sigue supurando.
Desde entonces, Vinicius ha dejado pequeñas gotas: una asistencia para su amigo Rodrygo ante el Inter de Milán, un toque de balón que acabaría en el 0-1 en casa del Sevilla (gol en propia puerta de Bono), el toque previo al gol de Kroos frente al Athletic en la noche del martes... Y en medio, la sensación de que Vinicius pierde fuelle, que intenta menos cosas y, de las pocas que intenta, le salen en proporción menor a lo que solía acostumbrar.
Hasta el partido en Alemania, Vinicius promediaba 4 intentos de regate por partido y 1,4 'dribblings' con éxito por encuentro; después de aquello, su promedio de intentos ha caído a 3,2, aunque ha crecido su tasa de efectividad en ese área hasta los 1,6 regates buenos por partido. Sin embargo, esos regates llegan en zonas del campo que generan poco rendimiento para el Real Madrid, casi nunca como último hombre para abrir la caja fuerte del rival. Ante el Athletic fue habitual verle declinar la opción de encarar y tocar atrás.
También en el remate ha experimentado Vinicius un retroceso. Hasta el empate en casa del Borussia, chutaba 1,6 veces por partido (0,7 entre palos); después, apenas lo hace 0,7 veces por encuentro, 0,2 disparos a portería por duelo. Poca aportación para un habitual atacante del Real Madrid, lo que justifica que se haya anclado en los tres goles este curso: no marca desde el 21 de octubre, en la derrota en casa ante el Shakhtar.
El duelo Hazard-Vinicius
Y el mayor problema radica en que este bajón en el rendimiento de Vinicius está coincidiendo con las repetidas ausencias de Hazard, ya sea por lesiones musculares o por la infección de coronavirus que superó hace semanas. Por dichos motivos, el belga apenas ha podido participar en seis encuentros este curso (marcando dos goles). Todo lo que no ha podido jugar Hazard es terreno abonado para que Vinicius presente su candidatura, pues el propio Zidane ya reconoció el curso pasado que la presencia del belga es el principal impedimento para el brasileño. Pero la explosión definitiva no llega, más bien torna en implosión controlada, justo lo contrario a lo que aspira el madridismo cuando piensa en Vinicius, un tornado regateador que ahora apenas pasa de chubasco invernal.