El miniderbi también es blanco
Arribas le dio el triunfo al Castilla ante el Atleti B con un penalti en el 94’. También asistió a Gila en el 0-1. Borja Garcés había empatado también de pena máxima en el minuto 90...
EI Real Madrid no le concede al Atlético una revancha ni en cuestión de filiales. Apenas quince horas después de llevarse el gran derbi en el Di Stéfano, también se apuntó el chico, el miniderbi entre la Academia rojiblanca (Atlético B) y La Fábrica blanca (el Castilla) en Segunda B. Si los derbis fueran el K-2, la bandera que ondea en lo más alto es la madridista.
Por momentos, el miniderbi se estuvo resolviendo para los pupilos de Raúl incluso con la misma vía que se había decantado el choque entre los profesionales. A balón parado. Una de las señas de identidad del Atlético del Cholo que se le vuelve en contra, también a los canteranos colchoneros. Ocurrió en el minuto 21, cuando una falta lateral lanzada con mucha sutileza por Arribas una cabeza castillista. Si el sábado fue Casemiro el que voló al primer palo, esta vez fue el central Gila el que se propulsó en el segundo para superar a San Román.
Un 0-1 que cristalizaba el dominio posicional de un Castilla que acompasaba sus movimientos en Blanco, una especie de híbrido entre Kroos y Modric pero en cordobés, y dañaba muy mucho con las incursiones por banda derecha de Sergio Santos, que no paró de incomodar a los chavales de Nacho Fernández, donde sólo Camello parecía tener ideas frescas. El diez rojiblanco fue el que movió las cadenas, como suele decirse en el fútbol americano, y a veces propulsó a sus compañeros y otras, como en un paradón que le hizo Fuidias, casi cantó bingo.
A penaltis. Pero la situación del partido, enturbiada por varias amarillas postreras a Toni Moya y Borja Garcés, iba a ofrecer una aceleración como si alguien hubiera pisado a fondo el pedal. En el minuto 90, Retu cometió un cándido penalti al lanzarse a tapar un disparo con el brazo muy despegado y el propio Garcés lo agradeció logrando el 1-1. Pero donde otros acusarían el golpe, Arribas se vino arriba, le clavó un sombrero a Álvaro en el área y se llevó el penalti. Era casi el 94’, el popular minuto de Ramos. En el Castilla, ahora es el minuto de otro Sergio, de Arribas.