Fallece Manolo González, el central más elegante del Zaragoza
Era el tercer jugador con más partidos oficiales con la camiseta del escudo del león (382), formó una legendaria dupla con Violeta y nunca fue expulsado.
Luto en el Real Zaragoza. Manolo González, uno de los mejores defensas centrales de la historia del club aragonés, y quizá el más elegante, ha fallecido este mediodía en su domicilio zaragozano a la edad de 77 años, tras una larga enfermedad. González jugó once temporadas en el Zaragoza (1966-77), formó una dupla extraordinaria con José Luis Violeta y disputó 382 partidos oficiales, el tercero que más veces ha vestido la camiseta del escudo del león rampante, tras el propio Violeta y Xavi Aguado, ambos con 473 encuentros.
José Manuel González López (Granada, 26 de mayo de 1943) fue un central completísimo, muy práctico e inteligente, y de un rendimiento extraordinario. Técnicamente correcto, tenía un buen juego aéreo, era rápido en los primeros metros y se distinguió siempre por su enorme nobleza en el marcaje. En su larga carrera, nunca fue expulsado y ningún delantero centro de su época podrá decir que recibió de él una entrada malintencionada. “González es un chicle. No hay forma de quitárselo de encima, pero no da una patada”, dijo de él el delantero peruano Seminario, tras un Zaragoza-Barcelona. Manolo González era un caballero dentro y fuera del terreno de juego y un futbolista muy respetado por sus compañeros y muy querido por la afición de La Romareda.
Hijo de un gran defensa central del Granada, Real Madrid y Málaga, Manolo González comenzó a jugar al fútbol en las categorías inferiores del Granada, de donde saltó en 1961 al Real Madrid aficionado. En 1964 reingresó en el Granada, entonces en Segunda División, y enseguida llamó la atención del histórico secretario técnico del Real Zaragoza, Avelino Chaves, quien recomendó su fichaje en un elogioso informe. En el verano de 1966, el Zaragoza, que acababa de ganar su segunda Copa del Generalísimo, pagó por él un traspaso de 1.250.000 pesetas (7.512 euros), una cifra que rentabilizaría con creces, porque González dio un grandísimo resultado y supo cubrir con garantía la ausencia de Santamaría, cuando el central de los ‘Magníficos’ fue sancionado con un año de suspensión de empleo y sueldo por un agrio y recordado enfrentamiento con el técnico eslovaco Fernando Daucik en el parador cordobés de La Arruzafa.
Siempre titular, Manolo González estuvo a caballo entre el crepúsculo de los ‘Magníficos’ y el de los ‘Zaraguayos’, con los que conquistó un segundo y un tercer puesto en la Liga (1974-75 y 1973-74) y un subcampeonato de Copa (1976), formando una gran pareja con el líbero José Luis Violeta. “Estoy muy afectado. Se ha marchado un amigo, una persona excelente, y un gran futbolista. Jugamos muchísimos partidos juntos, él como marcador central y yo como líbero. Fue titular once temporadas con los ‘Magníficos’ y los ‘Zaraguayos’ y eso no lo pueden decir muchos. Había que ser muy bueno”, señala emocionado el 'León de Torrero'.
Con 34 años, Manolo González colgó las botas en el Granada en 1977-78, aunque se pasó aquella campaña en blanco por una gravísima lesión. Regresó a la capital aragonesa tras su retirada del fútbol y ya instaló su residencia definitiva aquí. Fue hasta su jubilación catedrático de Cristalografía y Mineralogía de la Universidad de Zaragoza y colaboró como comentarista en diversos medios de comunicación.
Era tío carnal de Lucas Alcaraz, que entrenó al Real Zaragoza en la temporada 2018-19 entre Imanol Idiákez y Víctor Fernández, y abuelo del jugador del Deportivo Aragón Jaime Sancho.
Nosotros, que disfrutamos de su amistad, escribimos hoy con brazalete negro por su memoria. Descanse en paz.