La alianza Joaquín-Miranda, un cuento mágico de 20 años
El portuense se asoció con el de Olivares para firmar un gol con historia verdiblanca. El asistente debutó con el Betis el mismo año en que nació el rematador.
"Joaquín salió al campo como si tuviera la misma edad de Miranda". Así relataba Manuel Pellegrini la entrada al partido ante Osasuna de dos revulsivos que fueron determinantes minutos después. El extremo firmó una asistencia de lujo para la sentencia del duelo al encontrar la respuesta en el remate del otro canterano verdiblanco. En el año 2000 debutaba con el primer equipo el portuense mientras que el lateral izquierdo nacía. Sobre el césped de El Sadar, un cuento de 20 años de hizo realidad.
"He visto que ha salido fresco Joaquín y yo he hecho el desmarque estando muy vivo y la pelota ha entrado para darnos el gol de la tranquilidad. Me acuerdo cuando en el Villamarín lo veía en la grada. Ahora me da un pase de gol", relataba Miranda al término del choque. La felicidad por los tres puntos se unió a la alegría por una asociación soñada por uno de los futbolistas que llegó a Heliópolis este mismo verano para reforzar el lateral izquierdo tras marcharse de su tierra hace varias campañas. Joaquín centró a la perfección desde su lugar preferido y Miranda apareció para ejecutar a Osasuna. En Heliópolis los canteranos toman de nuevo los mandos tras una alianza que despierta la esperanza de sus aficionados.
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Pero la alegría de Miranda también se multiplicó en Joaquín: el portuense firmó su victoria número 124 con el Betis en Primera, superando el registro de 123 que tenía en su poder Julio Cardeñosa. Otro récord más para su bolsillo en la antesala de un futuro lleno de incógnitas por su buen rendimiento y un contrato que expira el próximo mes de junio. El capitán verdiblanco recibió los halagos de Pellegrini. "Se merece una estatua", incidió. El chileno sabe que Joaquín es esencial en sus planes y no duda en convertirlo en una referencia sobre el césped y en el liderazgo de un plantel que cree en él. Sus registros, de momentos, resultan incuestionables a la espera de que su rendimiento siga marcando diferencias en el equipo verdiblanco.