Mesa asoma, la posesión crece
Nunca en lo que va de temporada el Real Valladolid tocó tanto y tan bien el balón como en el Wanda, gracias en parte a la irrupción del canario.
No es el Real Valladolid un equipo que se prodigue demasiado con balón, o eso dicen al menos las estadísticas. Sin embargo, en el Wanda Metropolitano lo tuvo más que nunca; no a nivel porcentual, puesto que el Atlético de Madrid ganó esa batalla, sino en cuanto a volumen de pases. Nunca en las once jornadas anteriores, ni siquiera ante Celta y Eibar, a los que el Pucela ganó la posesión, los blanquivioletas tocaron más y mejor el cuero.
Según los datos que ofrece SofaScore, el Real Valladolid combinó 471 veces, y 376 con acierto, lo que supuso un 80% de éxito. Solo los pases acertados fueron más que los totales en diez de los anteriores partidos (todos menos el del Betis), mientras que anteriormente solo ante el Real Madrid los de Sergio González ofrecieron tantas garantías en el pase. No en vano, este suele ser uno de los debes de los vallisoletanos, que en hasta seis ocasiones se quedaron por debajo del 70% de acierto en la entrega.
En este contexto atípico con balón, llama poderosamente la atención el paso adelante que dieron los dos mediocentros, Rubén Alcaraz y Roque Mesa, pues entre los dos intentaron 118 pases, de los que 98 fueron buenos; 54 del catalán por 44 del canario. De nuevo, esto establece un récord en la temporada actual, puesto que nadie hasta la fecha había superado los 37 que dio Míchel contra el Real Madrid.
Es más: ha habido partidos en los que entre los dos pivotes intervinieron menos que Mesa en el Wanda, tales como el inaugural, frente a la Real Sociedad, el del Huesca, el del Athletic o el del Granada. Todos ellos tuvieron a Fede San Emeterio como denominador común, siendo especialmente ilustrativos los encuentros ante Real Sociedad y Granada, en los que intentó 17 y 16 pases, respectivamente, de los que atinó 11, cifras bajísimas para su posición.
Posesión 'falsa'
Pese a los números anteriores, queda fuera de toda duda el rendimiento de un San Emeterio cuyo trabajo intangible, oscuro e imponderable fue importante en la cadena de tres partidos seguidos en los que el Real Valladolid puntuó. Asimismo, no hay que ocultar un factor que se presenta a menudo contra el Atlético de Madrid como es la posesión 'falsa', que lo es en tanto en cuanto se desarrolla en zonas de baja incidencia, como les sucedió a los blanquivioletas, cuyas sensaciones fueron buenas 'a sabiendas' de los colchoneros, que permitieron tocar mucho... salvo en o con dirección al área, como prueba la siguiente imagen.
Aun teniendo en cuenta todo lo anterior, lo cierto es que la actuación en el Metropolitano sirvió para ver a un equipo más dominante y con más poso con balón, tanto por lo aportado por Mesa como por la mayor aproximación de Alcaraz a su mejor versión, equilibrada junto a su nueva (o momentánea) pareja de baile, aquel con quien se le tendía a emparejar al principio del curso y quien, no obstante, seguramente deba seguir dando pasos antes de encontrar continuidad en el once y desbancar a un San Emeterio cuyo perfil y labores, en cualquier caso, distan bastante del rol que tuvo el canario en su estreno como titular.