Una Tacita de Liga
El admirable Cádiz, hueso para un Barça contrarreloj. Koeman, que quiere un pleno en diciembre, recupera a su 'unidad A'.
Una tacita de Liga está en juego hoy en Cádiz porque el Barça ya va contra el reloj y persigue un pleno hasta el 3 de enero, cuando completará una feria de partidos que le llevará a Cádiz, Valladolid y Huesca, pero que también le medirá en casa ante Levante, Valencia, Real y Eibar. Koeman quiere los 21 puntos y tiene motivos para sentirse optimista: Messi, Coutinho y Ter Stegen han descansado, Griezmann y Dembélé se han enchufado; Braithwaite ha emergido de la nada y hasta Busquets se ha recuperado de su lesión de rodilla. El Barça ha recuperado cierto orgullo en los últimos partidos. Eso gusta la afición.
Pero al Barça le espera un hueso (sigue el partido en directo en AS.com). El Cádiz de Álvaro, heroico ganador en San Mamés o Valdebebas esta temporada, es un ejemplo de estajanovismo y optimización de recursos, desde la directiva que preside Manuel Vizcaíno hasta el banquillo, pasando por la dirección deportiva de Óscar. Hasta cuando no los tiene. Álvaro se ha quedado en los últimos partidos sin Negredo, que demostró en el primer tramo de la temporada que no venía de vacaciones a Cádiz (dos goles y tres asistencias) y vuelve hoy; también podrá contar con el Choco Lozano, que entró casi de madrugada en la convocatoria tras dar resultado negativo su última prueba PCR. Augusto Fernández o José Mari, jugadores clave en la medular, han tenido problemas. Hazañas ya se han visto en Carranza, como aquel 4-0 que retrasó el primer alirón del Barça de Cruyff.
El Barça, al que Koeman está consiguiendo aislar de la precampaña electoral y de las excentricidades del ínclito Carles Tusquets , tendrá que jugar con un altísimo nivel de concentración. Así que al equipo A le va a pedir la actitud y la pasión que le ha puesto la unidad B en Kiev y Budapest. Alba, De Jong, Messi y Coutinho regresarán a un once más reconocible, pero que también puede tener sorpresas. Koeman premia casi siempre a quien lo ha merecido y Dembélé, aparentemente más formado físicamente, estuvo por todos lados en Budapest. Una Tacita de Liga se juega hoy en el mítico y ahora embellecido Carranza.