Sielva e Iván Rodríguez castigan los fallos del Logroñés
La Ponfe asaltó Las Gaunas y se colocó sexta, en el playoff de ascenso a Primera, gracias a la victoria por 1-2 ante unos desdibujados blanquirrojos.
El Logroñés basó su racha de seis triunfos seguidos en la seriedad defensiva y en la efectividad. En Mallorca, donde le cayó un 4-0 y concedió cesión, penalti y expulsión en cinco minutos, se esfumaron esas buenas sensaciones. Llámese desgaste, falta de intensidad o morir de éxito por la lluvia de victorias, pero la misma desconcentración y escasa tensión condenó a los blanquirrojos de nuevo contra la Ponferradina. Sielva e Iván Rodríguez castigaron los errores locales y colocaron a los bercianos sextos, en el playoff de ascenso a Primera.
El más grosero de los fallos lo compartieron Yari, el meta canterano que sustituyó al lesionado Santamaría (Miño tampoco se recuperó a tiempo), e Iago López. Ambos se durmieron en sus despejes, y la presión alta de Valcarce y Gaspar se transformó en falta en la frontal… que Sielva marcó con sutileza, pese a la doble barrera. En la primera parte se bailaba al ritmo eléctrico que pinchaba la Ponfe, sólida y agazapada en busca de sus oportunidades, mientras que la posesión resultó estéril para un desdibujado Logroñés.
Sergio Rodríguez reaccionó en el descanso: Bogusz aportó dinamismo y último pase y Medina, profundidad en la banda derecha. Un centro del vasco, peinado desafortunadamente por Sielva, lo agradeció Iñaki para anotar el empate de cabeza. El capitán es una de las armas fundamentales del Logroñés, como demostró con un potente disparo que le sacó Caro y sus innumerables centros. Esta vez Andy no anduvo fino en la distribución, y el equipo se convierte en previsible cuando se vuelca en exceso el juego por la izquierda. Iván Rodríguez aprovechó una de las incursiones del calagurritano para encarar con espacios. El incombustible Yuri vio perfectamente el hueco en la defensa rival y la incorporación por sorpresa de su lateral, que anotó por el palo corto.
La Deportiva se sintió siempre cómoda, sin excesivos apuros ante las llegadas riojanas. El 1-2 en el 75’ dejó al Logroñés sin margen de maniobra, pero Medina y Leo Ruiz tuvieron la igualada en sus remates. Después de seis triunfos consecutivos, toca reordenar las ideas y volver a los orígenes, a la fuerza del bloque. Idéntica virtud que explota la rocosa Ponferradina, que lleva cinco jornadas sin perder, con 11 puntos de 15 posibles, y se sube al playoff.