Esperando a Roque Mesa
El mediocentro canario apenas ha participado en un partido, hace más de un mes, pese a suponer una apuesta importante por parte del Real Valladolid.
El Real Valladolid ha comenzado a levantar el vuelo en las últimas tres jornadas, en las que ha sumado siete puntos. Sin embargo, en estos tres partidos ha habido alguna ausencia llamativa, al contrario que al inicio del curso, no por lesión, sino por decisión de Sergio González. Una de ellas es la de Roque Mesa, por quien apostaron fuerte la dirección deportiva y el propio técnico el pasado mercado estival, rechazando otras opciones como la de Clément Grenier, y quien, sin embargo, apenas suma 31 minutos.
El mediocentro canario disputó la última media hora del partido frente al Alavés y desde entonces no ha vuelto a enfundarse la zamarra blanquivioleta. Por momentos, durante el choque ante el Levante, dio la sensación de que lo haría, puesto que estuvo calentando en la banda un buen rato. Sin embargo, Sergio decidió demorar las sustituciones y apostar por dar entrada a Javi Sánchez por San Emeterio en los minutos finales, refrescando una parcela que parecía pedir un nuevo aliento desde tiempo antes.
El buen momento de forma que atraviesa el cántabro, que brilla poco con balón pero destaca en la sombra, ha permitido liberar a Rubén Alcaraz para que sea él quien ocupe un rol algo más ofensivo, si no con la posesión (que también), a la hora de pisar campo rival buscando la segunda oleada a menudo tan demandada. Sin embargo, si bien San Emeterio ayuda también a aliviar el trabajo defensivo de Pablo Hervías cuando galopa por banda derecha, con balón es menos prolífero de lo que cabría esperar de un jugador de su posición, estando su ratio de pases por debajo de los 25 por partido y siendo estos en su mayoría en campo propio.
Es en este aspecto donde se aguardaba la presencia de Roque Mesa, quien después de estar al margen durante la pretemporada con el Sevilla ha tenido tiempo a priori suficiente para afinar su estado de forma desde su llegada a Pucela, hará dos meses el sábado, cuando el conjunto vallisoletano se enfrente al Atlético de Madrid en el Wanda. Según los datos que ofrece WhoScored, el canario solo ha bajado de 30 pases por encuentro en su última temporada en Sevilla (29,5) y en Leganés (28,3), mejorando, además, el acierto en la entrega de San Emeterio y también de Alcaraz (un 88%, frente a un 78,6 y a un 81,1%, respectivamente).
Así, si bien la mejoría del Real Valladolid ha sido evidente en las últimas jornadas, teniendo en cuenta tanto sus números como su perfil, Mesa podría permitir al cuadro pucelano mejorar en un sentido en el que no ha destacado especialmente en las últimas temporadas y adoptar un registro, o cuanto menos un matiz, del que quizás ha adolecido en algún tramo puntual, como durante la primera mitad del partido frente al Levante, en el que si bien fue superior y dominante, al Pucela le faltó un puntito de manejo del esférico, o por lo menos una pizca de talento con este.
Abierto el camino hacia los puntos, explorado el camino del sacrificio, uno de los siguientes pasos a dar seguramente sea el que podría dar un buen Mesa, el esperado, quien, por otra parte, en su carrera ha destacado también como recuperador, por ejemplo, siendo el jugador con más recuperaciones de Primera cuando militaba en Las Palmas, bajo las órdenes de Quique Setién.