El césped del estadio José Zorrilla luce sus mejores galas
Atrás quedaron años en los que el tapete del estadio fue un quebradero de cabeza constante para los responsalbes del Valladolid. La hierba recibe los cuidados más avanzados
El césped del estadio José Zorrilla ha sido un dolor de cabeza en muchas temporadas para los responsables del Real Valladolid. Los inviernos y las heladas castellanas hacen muy complicado tener la hierba en perfectas condiciones y eso se ha notado a lo largo de los años a pesar de los ímprobos esfuerzos del personal encargado del tema.También las penurias económicas añadían dificultad y el césped fue acumulando años, partidos e incluso conciertos hasta que por fín fue cambiado hasta dos veces en los últimos dos años.
Desde hace un tiempo se puede ver como el césped del estadio recibe 'baños de sol' a través de unas enormes lámparas instaladas en unos puentes con ruedas que se instalan en el estadio después de los partidos y a lo largo de la semana y que normalmente permanecen almacenadas en las inmediaciones de Zorrilla.
Atrás queda aquella imagen en el partido ante el Barcelona de la campaña 2018-19 que dio la vuelta al mundo por el malísimo estado de un césped recién cambiado que no había cuajado y se levantó como si una manada de conejos hubiera estado cavando madrigueras para atrapar a Messi. La pasada campaña el césped volvió a ser renovado tras proceder el club a las obras que hicieron desaparecer el foso y desde entonces, el tapete de Zorrilla ha ido mejorando paulatinamente hasta presentar un aspecto impecable en los últimos partidos. Esa obra del foso llevó aparejada una renovación completa del drenaje que también ha beneficiado el estado del pasto del José Zorrilla.