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ESPANYOL

El Espanyol abraza a Darder

Su golazo al Zaragoza y la inmediata carrera de Diego López por todo el campo son la metáfora de la importancia capital de un jugador “muy autocrítico”.

Actualizado a
Diego López se abraza a Sergi Darder tras el 2-0 del Espanyol al Zaragoza.
GORKA LEIZADIARIO AS

Recibe en la frontal un pase del joven Nico Melamed. Avanza metros, se planta ante Jair y lo finta con un movimiento de cadera propio de bailarín, antes de colocar un derechazo a la izquierda del experico Cristian Álvarez. Es el gol, el golazo, con el que Sergi Darder sentenciaba el triunfo del Espanyol ante el Real Zaragoza, estímulo para el equipo perico y aún más para el mediocampista.

Más allá de su suplencia ante los blanquillos, se erige Darder en una pieza capital sobre el césped y en el vestuario. Alguien que lleva el apelativo de futbolista más lejos de los 90 minutos, que piensa y vive en el deporte rey y que, como tal, da incesantes vueltas a la cabeza cuando las cosas no van bien. Como en los tres partidos anteriores del Espanyol, saldados con un empate y dos derrotas. Es por ello que, por ejemplo, todo un capitán como Diego López se cruzase corriendo todo el campo desde su portería y hasta el córner opusto para abrazarse a su compañero tras ese balsámico gol. El abrazo del Espanyol a Darder.

“Nos lo habíamos merecido”, casi suspiraba el canterano perico –para los canales del club– una vez conquistada la victoria. Y asumía que los anteriores, sin ganar, “fueron tres partidos difíciles. Mucha gente opina, aunque nosotros estábamos tranquilos”, indicó. Y matizó acto seguido: “Es verdad que esta victoria da confianza para seguir, para que nadie dentro del vestuario dude”.

No reniega Darder de su fijación, de su inclinación por meterse en la cabeza las situaciones problemáticas hasta hallar una solución. Pero la plantilla, a juzgar por sus palabras, no le va a la zaga: “Somos muy autocríticos, diría que demasiado autocríticos, y parece que cuando perdemos un partido se acaba el mundo. Dentro de mejorar, estamos en el camino correcto”.

El propio entrenador, Vicente Moreno, recalcaba este domingo tras el encuentro que “a veces puede parecer que (Darder) ni siente ni padece. Pero no es así. Quiere que las cosas salgan, trabaja para ello”. Y resolvió: “Es un jugador importante. Puede marcar la diferencia”.

En este camino por la Segunda División donde tan importante es el talento como la actitud, tener a un Darder en plenitud es una de las bazas más valiosas con las que puede contar el Espanyol para alcanzar su objetivo tan complicado como único y obligatorio como es el retorno a Primera División. Donde le corresponde a un futbolista de su talla.