Vila-real, territorio fetiche para la afición del Elche
El conjunto franjiverde celebró en la casa del Submarino un ascenso virtual a Primera en 2013 y salió del pozo de Segunda B ante el filial hace dos años.
El Elche regresa a Vila-real. Lo hace para enfrentarse al Villarreal. En el otrora estadio El Madrigal, ahora denominado La Cerámica. Un escenario, como quiera que se llame, que devuelve al recuerdo dos de las mayores alegrías vividas por la afición franjiverde en las dos últimas décadas. Especialmente el ascenso a la máxima categoría con aquel Elche de los récords, líder desde el principio hasta el final de la temporada.
El 5 de mayo de 2013 el Elche llegaba a tierras castellonense para medir fuerzas con su más inmediato perseguidor. El equipo de Marcelino García Toral, hecho a golpe de talonario, había sido incapaz de desbancar del liderato a la plantilla que entonces dirigía Fran Escribá. Perbet adelantó al conjunto amarillo, a los ocho minutos, pero nada más arrancar la segunda parte Carles Gil y Generelo le dieron la vuelta al marcador. Uche, que salió desde el banquillo, igualó la contienda y Ángel Rodríguez firmó una victoria que se celebró como el ascenso virtual en ese estadio y de regreso a tierras ilicitanas.
Los 18 autobuses que acompañaron al equipo y los cerca de dos mil aficionados que estuvieron con el Elche en Vila-real no pudieron contener la emoción. Todos ellos, más los miles de franjiverdes que se sumaron a la fiesta, festejaron el objetivo de forma improvisada a la llegada del equipo al estadio Martínez Valero y en La Glorieta de Elche. El conjunto ilicitano trató de frenar la euforia dado que la meta no se había logrado de manera matemática. El empate en la jornada siguiente, frente al filial del FC Barcelona (1-1), alargó otra semana la organización de los fastos y así, el 18 de mayo de 2013, en el hotel de concentración del Elche en Almería (gracias al empate del Alcorcón en el Mini Estadi) se pudo celebrar un éxito que se venía resistiendo desde un cuarto de siglo atrás.
Vila-real, además, fue el escenario que marcó el destino para que el Elche también celebrara su siguiente ascenso. Fue en 2018, a Segunda División. Los de Pacheta habían ganado en la ida de la final del playoff al Villarreal B (2-0, Iván Sánchez y Nino) y defendían renta en la Ciudad Deportiva del submarino amarillo. Benja marcó en la vuelta al cuarto de hora y el objetivo estaba al alcance de la mano. Los goles de Rubén Mesa, el segundo con el tiempo cumplido, añadieron algo de emoción al final, pero ese ascenso tampoco se escapó. Un éxito, justo un año después del descenso a Segunda B, que cambió el futuro de la entidad entonces presidida por Diego García y cuya propiedad ostenta ahora Christian Bragarnik.
Ahora el escenario es totalmente diferente. El Elche llega acomodado en mitad de tabla en Primera, con 13 puntos sumados de los 27 disputados (tiene dos partidos pendientes ante FC Barcelona y Sevilla). El Villarreal camina lanzado de la mano de Unai Emery, tercero por detrás de Real Sociedad y Atlético de Madrid. Los de Almirón inician su Tourmalet particular en diciembre donde cuatro de los cinco rivales serán equipos de zona europea: Villarreal, Granada, Atlético de Madrid y Real Madrid. Sólo Osasuna de Pamplona parece que está en su misma pelea. El futuro dirá si la ciudad de la cerámica vuelve a ser el lugar elegido para señalar en blanco y verde otra fecha en el calendario.