Aprobados y suspensos del Celta: Maradoniano Aspas
El moañés no rozó la perfección, la alcanzó. Dio dos asistencias y regaló otros cuatro pases de gol que sus compañeros desperdiciaron con todo a favor.
Rubén Blanco: Solo realizó una parada, aunque valió su peso en oro. Con 1-1 despejó el remate a bocajarro de Neva. Tapia le reclama en el gol del Granada que debía haber salido antes para no permitir la cabalgada de Luis Suárez.
Hugo Mallo: Pletórico. Muy ofensivo y sin problemas en defensa pese a que por su banda cayó durante buena parte del partido el desequilibrante Machis. El lateral perdonó el 1-0 disparando demasiado centrado en un balón que Aspas le sirvió libre de marca dentro del área y en la segunda parte Mina desperdició con todo a favor un servicio de cabeza de su capitán.
Araújo: Aprovechó la vida extra que le han otorgado las molestias físicas de Aidoo. Contundente, su único borrón fue una contra que regaló en el minuto 35. Inclusó se soltó en ataque y puso un sensacional centro raso a Tapia en una de las mejores ocasiones del Celta en la segunda parte.
Murillo: El más gris. No acaba de coger ritmo. Se cargó con una amarilla en el primer tiempo por una falta necesaria, pero demasiado dura. Esa tarjeta lo condicionó a la hora de ir al corte y pudo ver la segunda al arriesgar sacando el codo en un salto con Puertas.
Olaza: Un atacante más. Percutió una y otra vez por la izquierda. En el 1-1 sorprende con su velocidad y pone un pase de la muerte impecable a Nolito. Solo le faltó estar un poco más preciso en las combinaciones.
Tapia: Amo y señor de la medular. No solo cortó juego como es habitual en él, sino que demostró tener buen pie con un pase medido para Aspas a la espalda de la defensa y rozó el gol en una llegada desde la segunda línea. Supo controlarse jugando amonestado toda la segunda parte.
Denis: Se quedó a medias. Aunque asumió el rol de director de juego, no tuvo su partido más inspirado. Demasiado blando defensivamente para jugar por el medio. Fue el primer sustituido por Coudet junto a Nolito.
Brais: Cerca de su mejor versión. Aportó mucho despliegue partiendo desde la banda derecha. Rui Silva evitó que marcara en un tiro desde la frontal que iba directo a la escuadra. Es un buen aliado para Aspas.
Nolito: Indiscutible. No se le puede valorar como el jugador que fue, pero sigue siendo más que aprovechable por su instinto en un equipo como el Celta. Nunca se esconde. Falló dos goles cantados, pero estableció el empate apareciendo en el corazón del área como si fuera un delantero centro. Nadie entiendo el juego de Aspas como el sanluqueño.
Aspas: Maradoniano. Dos asistencias y otros cuatro pases que eran medio gol, pero que sus compañeros dilapidaron. Cada vez que intervino, desequilibró. El enésimo partido memorable del mejor futbolista en la historia del club vigués.
Mina: Corazón sin acierto. Tuvo dos ocasiones claras: en una se topó con Rui Silva y en la otra con su habitual falta de puntería desde que regresó al Celta. Los controles son su otro punto débil. Eso sí, lo da todo por equipo.
Okay (entró por Denis): Actitud incomprensible. Hizo todo lo que estaba en su mano para ser expulsado con el partido resuelto. Coudet desveló en la sala de prensa que el turco pasó por su vestuario para pedirle perdón. No está centrado.
Baeza (entró por Nolito): Revulsivo total. Llevaba varias semanas en el ostracismo y en 20 minutos se reivindicó. Anotó su primer tanto con el Celta y fabricó la jugada del 3-1 con Aspas.
Beltrán (entró por Mina): El primer balón que tocó lo empujó a placer al fondo de la portería para establecer el 3-1 definitivo. No tuvo tiempo para mucho más.
Aidoo (entró por Brais): Aparición testimonial en el minuto 92.