Un buen viaje empieza con el primer paso en la dirección correcta
El Racing emitió señales ante el Barakaldo de que es capaz de hacer lo que se le supone y se le exige: no solo ganar partidos, sino ser superior al rival
Más allá de que el Barakaldo no atraviese su mejor momento, lo cierto es que el Racing del sábado fue el mejor Racing de lo que llevamos de temporada. Por primera vez fue capaz de determinar el tipo de partido que se juega, de presionar alto, de jugar en campo del rival, de tener paciencia con el balón. En suma, además de ser mejor, lo pareció. Falta todavía filo arriba, pero es indudable que mejoró la puesta en escena. ¿Fue por el 4-1-4-1?¿Fue por la elección de hombres? ¿O, simplemente, un poco de todo? A Rozada le pagan para eso, para decidir y para luego analizar y esta vez tiene cosas positivas a las que agarrarse, no solo a los tres puntos.
El mosqueo
Nada más salir del terreno de juego Álvaro Cejudo, sustituido por Martín Solar, se oyó en todo el estadio (cortesía de Paloma Navas, que mantiene las puertas cerradas) un tremendo puñetazo en el techo del banquillo. Tenía razón el de Puente Genil en mosquearse por ser él el elegido porque de los cinco de arriba estaba siendo el mejor. Pablo Torre, impreciso, no tuvo su día, Soko y Bustos cumplieron y Balboa tuvo más voluntad que acierto, mientras que Cejudo estuvo realmente bien en el primer tiempo. Ahora bien, las cosas del fútbol, el partido lo gana Rozada con los cambios. Todos sumaron y Martín se comió el partido. Por cierto, puñetazo aparte, nada más entrar en el vestuario, Solar se encuentra esperándole a Cejudo, que le da un fuerte abrazo y le dice: "me alegro mucho chaval, así se hace".