Boyé lo hace casi todo
El delantero del Elche marca un golazo y se marcha expulsado antes del descanso. Álvaro iguala y deja en combate nulo el duelo entre revelaciones.
El respeto y la presión de agradar pasa factura. Eso es lo que le ocurrió al Elche y al Cádiz, que luchaban por dar un paso más en su lucha por ser el equipo revelación del torneo y se quedaron a medias. Almirón y Cervera se anularon con Boyé de protagonista. El delantero argentino lo hizo casi todo. Marcó un golazo, fue expulsado y precipitó el empate del Cádiz tras dejar a su equipo con un jugador menos durante todo un periodo. Álvaro Giménez hizo justicia, aunque el Cádiz se marchó con peores sensaciones tras empujar durante toda la segunda parte.
Elche y Cádiz tardaron más de media hora en despertar y quitarse el corsé, pero cuando lo hicieron pasó de todo en apenas diez minutos. Antes de la oleada de acontecimientos, el Cádiz se encontraba cómodo presionando la salida de balón del Elche. Marcone y Luismi no eran capaces de encontrar espacios entre líneas y Álex mandaba en la medular con los regalos. Poco a poco, el conjunto de Almirón, con una pequeña revolución en el once, se fue quitando esa presión y Pere Milla empezó a lanzar al equipo. El extremo probó a Ledesma desde fuera del área y el meta casi se mete el gol tonto de la jornada tras resbalarle el balón.
Ese disparo lanzó al Elche. En la siguiente acción, Diego estuvo a punto de marcar de cabeza. En el 37' apareció Boyé para convertirse en héroe y villano. El argentino se inventó un zurdazo marca de la casa para adelantar al Elche. En la siguiente acción, el colegiado le señaló un penalti por empujar a Jonsson que el VAR corrigió justo cuando Álex ya estaba en los once metros. Boyé también fue el protagonista de la última acción del primer acto y se marchó expulsado por doble amarilla, una acción protestada por parte del Elche.
El segundo tiempo fue amarillo, pero el Elche se sintió cómodo en su pose. Perea encontró un agujero y metió un gran centro a la cabeza de Álvaro Giménez. El ilicitano apenas lo celebró. Su cariño al Elche siempre fue sincero. El equipo de Cervera pensó que le quedaba mucho tiempo para encontrar la victoria y el tiempo le fue consumiendo. Encima, Fidel, ya de vuelta, le metió el susto en el cuerpo al Cádiz con un remate fallido de cabeza y un lanzamiento de falta. Adekanye marcó en la recta final, pero el colegiado le anuló el gol por unas manos a Álvaro. El partido murió ahí, con el reparto de puntos y el combate nulo entre aspirantes.
Almirón: "No hemos podido hacer el partido que queríamos por la expulsión"
El entrenador del Elche, Jorge Almirón, dio por bueno el empate ante el Cádiz (1-1), pero lamentó que la expulsión del argentino Lucas Boyé, en el descuento del primer tiempo, haya impedido a su equipo realizar el partido que tenía programado.
"La acción cambió el partido y nos perjudicó, porque teníamos variantes que había imaginado para el segundo tiempo. Tener ventaja ante este rival era importante", dijo el entrenador, quien calificó como "exagerada" la segunda amarilla a Boyé "porque en el fútbol siempre hay contacto".
El preparador argentino señaló que el empate ante el Cádiz le sirve sobre todo "por el esfuerzo de los jugadores" y recordó que el Elche sigue siendo un equipo en "construcción" que debe ir a más con el paso de las jornadas.
"Hoy jugamos con dos delanteros centros porque había que ser más directos, pero el partido cambia tras la expulsión. El equipo hizo un esfuerzo enorme para sacar este punto", explicó Jorge Almirón, quien recordó que el Cádiz, pese a la superioridad numérica, solo creó una ocasión.
En cuanto a la situación clasificatoria del equipo ilicitano, que suma tres jornadas sin ganar a la espera de un calendario complicado, Almirón aseguró que en Primera "todos los rivales son difíciles".
"Nos va a tocar perder algún partido seguramente, pero seguimos trabajando para mejorar al equipo. No me preocupa la situación", concluyó el técnico.
Cervera: "Se debe hacer más para ganar cuando el partido se pone de cara"
El entrenador del Cádiz, Álvaro Cervera, fue crítico con el juego desplegado por su equipo ante el Elche (1-1) y dijo que sus jugadores deberían haber hecho más para ganar un partido en el que tuvieron superioridad numérica durante 45 minutos. "Sumar siempre es bueno, pero el partido no lo ha sido. Se debe hacer algo más cuando un partido se pone de cara", señaló el técnico, y añadió: "En ningún momento he visto la diferencia que debe haber entre jugar con 11 o con 10".
"El partido estaba igualado y en una pérdida nuestra llegó el gol. Luego hemos tenido la fortuna de la expulsión y hemos empatado, pero la circulación nunca ha sido ni rápida ni buena", explicó. "Hemos ganado un punto, pero estamos en Primera. El Elche ha sido superior a nosotros en la primera parte. Manejan el balón mejor que nosotros y eso se sabía", dijo Cervera, quien cuestionó los protocolos del VAR tras un par de acciones polémicas. "Me gustaría un criterio normalizado y saber cuándo se consulta y cuándo no. Es lo único que pido", señaló el entrenador, quien defendió que la posesión es importante "cuando se tiene para hacerle daño al contrario".
"Se nos ha visto que nos cuesta la vida jugar contra diez. Será culpa mía, pero teníamos ventaja y no hemos sabido jugar", insistió Cervera, quien lamentó que a sus delanteros "les cueste muchísimo" brillar "porque siempre les llegan los balones divididos y con ventaja del rival".