Juande, héroe en la resurrección del Málaga ante un Lugo que se durmió

Juande, que fue héroe y villano contra el Leganés con un autogol y penalti en propia puerta, condujo al Málaga a una remontada imposible ante un Lugo que gobernó con autoridad en la primera mitad y después se confió. Los malagueños se quedaron en la segunda mitad y con 0-2 con 10 jugadores por expulsión de Caye Quintana. Con un jugador menos el equipo se rehízo. Como suele suceder en esta categoría, la primera oportunidad trajo gol. Y fue del Lugo. Hugo Rama, con un sensacional derechazo ajustado tras recibir una gran asistencia de El Hacen, fusiló a Dani Barrio con un potente derechazo. Habían pasado 26 minutos y el equipo que disparaba primero, a puerta o fuera, abría el marcador. Así funciona este año la Segunda División.

Pocas ocasiones, pero quien acierte se posiciona para bingo. En realidad, jugar en casa es una tortura. Los equipos se liberan jugando fuera a pesar de que no hay público. Por eso sufre el Málaga. No hacer trabajar al portero en La Rosaleda es desprestigio ofensivo pero si lo haces fuera de casa es elogiado como “gran trabajo defensivo”. La mentalidad no cambia con o sin espectadores. A base de trabajo, el Lugo anotó el 0-2 obra de Venancio, que fusiló a Dani Barrio solo porque la defensa local se durmió. Y pido haber un 0-3 al filo del descanso en otro error colosal de la zaga local con Venancio superando a Juande y Dani Barrio sacando desde dentro por los pelos… porque era fuera de juego. Sin tirar a puerta y con dominio táctico del Lugo se llegó al descanso. De manera que Pellicer sacó artillería recurriendo a Pablo Chavarría y Joaquín Muñoz por Jairo y Cristian, desafortunados.

La muralla del Lugo era demasiado para el Málaga y Cantero solo se ejercitaba para algún que otro saque de puerta. El trabajo táctico de Nafti, el excelente técnico lucense, era colosal. A los 56’ Caye Quintana es expulsado por dar un cabezazo un poco macarrilla a Carrillo tras una acción de éste último poco elegante. El Málaga se quedaba con 10 jugadores. El Lugo lo tenía todo bajo control. Un equipo solidario donde todos trabajan y muerden en todas las posiciones. Pero a los 70’ Joaquín Muñoz hace una gran jugada por la izquierda y su centro es empalmado de primeras por Juande a la red. 1-2. Partido nuevo. Era el primer remate del Málaga a puerta, pero se creció y el Lugo se atrincheró. Con un jugador menos encontró sus mejores minutos de juego buscando el empate. El Málaga encerró a los lucenses, pero sabía abrir el paraguas para protegerse de la lluvia. Y la constancia dio su premio a los 88’ con un golazo de Juande de cabeza en un centro maravilloso de Ramón. El Málaga equilibraba un partido imposible que aún pudo y mereció ganar ante un Lugo que se confió y perdió intensidad.