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LOGROÑÉS 2 - ALBACETE 0

El Logroñés está imparable

Sexta victoria consecutiva para los blanquirrojos, que suman los mismos puntos que la fase de ascenso a Primera con un partido menos que el Rayo.

Sexta victoria consecutiva. Cinco partidos seguidos sin encajar un tanto. El Logroñés disfruta de la mejor racha de Segunda y se acuesta séptimo clasificado en su debut en la categoría, con los mismos puntos que el Rayo, que marca la fase de ascenso a Primera, y un encuentro menos (lo disputará el 10 de diciembre en Girona). Frente al Albacete se despidió del código binario de los últimos cuatro por una buena causa: ganar 2-0 con una mayor autoridad. Sergio Rodríguez ha convertido a los suyos en un bloque sin fisuras atrás y con pólvora arriba, en el que cada uno de sus futbolistas se implica al máximo en sus funciones.

Así que el Logroñés arrancó con ímpetu, sobrado de confianza. Es lo que ocurre cuando las cosas salen bien. Antes de que se cumpliera el primer minuto, Rubén Martínez ya había rematado fuera. Muy activo, el menorquín filtró un magnífico pase a Iago López. El lateral se quedaba solo frente a Tomeu… pero Liberto le arrolló y De la Fuente Ramos no dudó. Andy marcó su tercer penalti, cinco goles en total y el máximo anotador del equipo este curso. Es uno de los pilares básicos para Sergio Rodríguez, capaz de cambiar el frac por el mono de trabajo, de generar juego y de destruirlo.

Porque los blanquirrojos combinan fases de dominio con otras en las que ceden la posesión de la pelota sin sentirse incómodos. Saben cuándo deben tocar y cuándo buscar directamente a sus delanteros, Leo Ruiz y Roni, dos duros fajadores con buena lectura del fútbol. También saben sufrir si aprietan los rivales. Y ahí defienden con solvencia. La maquinaria funciona gracias al engranaje de todas las piezas, sin desdeñar esa pizca de suerte que acompaña al que se lo curra. En este caso, a Santamaría: en el 20’ se le escapó el balón y el remate de Gómez se estrelló en el palo. El veterano portero suma más de 450 minutos sin recibir un tanto.

El Albacete tampoco exigió a la defensa local, salvo Fuster, y una excelente triangulación entre Bogusz, Medina y Sierra acabó con su resistencia en el 69’. El Logroñés metió la sexta, los mismos partidos que llevan los manchegos sin vencer, que establecen la zona de descenso junto a Zaragoza, Sabadell y Alcorcón con diez puntos. Con 23, los riojanos disponen de un buen colchón para dormir tranquilos y, quizás, empezar a soñar con metas más ambiciosas.