Empate intenso en el Tartiere
El Oviedo se adelantó y supo defender 20 minutos con diez ante un Fuenla con más ocasiones. Solo el bullicioso e incansable Kanté buscó hacer más daño.
En un duelo de músculo e intensidad, de choques y alternativas, con polémica incluida, Oviedo y Fuenlabrada se repartieron los puntos en un empate que les mantiene, de momento, en un segundo plano en la lucha por el play-off. El empate deja un regusto más dulce en los azules, que jugaron 20 minutos con uno menos.
Oviedo y Fuenlabrada jugaron con las mismas cartas. Son dos equipos honrados en el esfuerzo y que no entienden de escalas, les gusta el duelo directo. De ahí que saliera un encuentro muy físico en el que los de Sandoval se sintieron desde el principio más cómodos.
Con Kanté como referencia incordiando a los centrales azules, el Fuenla cedió la pelota al Oviedo pero fue ganando cada pequeña batalla en el centro del campo. Los visitantes se mostraban más enérgicos. Y los sustos fueron suyos. El primero, minuto 16, es carne del recopilatorio de pifias de 2020. Kanté ganó la carrera a Christian y evitó a Femenías, desubicado. Cedió atrás, hacia Mula, solo y sin portero. En el área pequeña. El extremo falló sin explicación aparente. Una vida extra para el Oviedo.
Volvió a merodear el Fuenla con otra jugada marca de la casa: saque de banda al área. Reinar en el barullo. La pelota le cayó a Salvador que buscó el ángulo con la derecha, cerca del premio.
El Oviedo solo se estiró en la primera media hora para lucir contra. Borja y Nahuel se encontraron pero la jugada murió en el área. Kante e Iribas volvieron a visitar a Femenías antes de la acción decisiva. Nahuel recibió su primer balón en condiciones para mirar al frente en el 42. Oteó, barajó opciones y decidió chutar. Fue abajo, con bote dañino, aunque parecía parable, No para Rosic que colaboró involuntariamente en el 1-0 que cerraba el primer acto.
El gol espoleó al Oviedo tras el receso, con dos ocasiones para ampliar la ventaja. Borja disparó al lateral de la red en un robo y galope y, un minutos después, Rosic apareció ante Nieto.
A los 52’, volvió a cambiar el escenario Kanté ganó en velocidad a Carlos y este tocó entre balón y pie, una acción definida como penalti por el colegiado. El propio Kanté aprovechó para igualar. Y el choque se inclinó aún más a favor de los locales cuando Blanco Leschuk vio la segunda amarilla a los 70 por levantar el pie de forma peligrosa ante Juanma.
Con uno menos, el Oviedo cerró filas, en su versión más gremial. Solo el bullicioso Kanté buscó el gol, pero su disparo rozó el poste.