David López-Stuani, un choque de narices que queda en letargo
La baja del uruguayo con el Girona puede aliviar al canterano del Espanyol, que sufrió una fractura de tabique y varios codazos antes de explotar: “Ha perdido mi respeto”.
Aunque con los diagnósticos en tiempo de pandemia nunca se sabe, todo hace indicar que Cristhian Stuani cumplirá ante el Espanyol su sexta jornada de baja consecutiva –a priori, por unas molestias en una rodilla que no acaban de remitir–, de modo que el experico no podrá visitar este viernes a su antiguo equipo ni, especialmente, reencontrarse con David López. Ambos protagonizaron tres partidos de narices las dos temporadas en que el Girona militó en Primera.
No fueron chispas, sino el tabique nasal del canterano del Espanyol, lo que saltó por los aires en el primero de esos enfrentamientos, el 11 de diciembre de 2017 en el RCDE Stadium. Se imponían los gerundenses (0-1) y David tenía que ser intervenido de madrugada para que le practicaran una reducción de la rotura que le provocó un codazo del uruguayo. Como consecuencia, en las semanas siguientes tuvo que jugar con una máscara facial. Y lo más relevante: esperó a que finalizara la temporada, concretamente hasta el 25 de mayo de 2018, para someterse a una rinoplastia reconstructiva del tabique nasal.
Antes incluso de pasar por quirófano, el 22 de abril de 2018, se volvieron a ver las caras en Montilivi. O mejor dicho, la cara del entonces central del Espanyol y los codos de Stuani. Por suerte, no pasó a mayores, a lo que David aseguró, tras la victoria perica (0-2): “No le guardo ningún rencor”. No obstante, envió un recadito: “Lo que me preocupa más es que con acciones como las que hubo se marchara sin tarjeta. Su forma de jugar es intensa, pero el árbitro es quien debe cortarlo”.
Al estamento arbitral, sin embargo, no se le vio demasiado por la labor cuando llegó el tercer ‘round’ de este desencuentro entre dos jugadores que habían compartido vestuario una temporada, la 2013-14, en el Espanyol. De nuevo se encontraron en Cornellà-El Prat, el 25 de noviembre de 2018, con un 1-3, y esta vez se abrió del todo la caja de Pandora después de que otro codazo del charrúa impactara en la nariz del perico.
“Hubo una agresión”, denunció de entrada Dídac Vilà, quien se mostró quejoso por que Stuani se marchase impune “sabiendo que es un jugador que siempre tiene tanganas por dar golpes a destiempo y sin lógica”. Sin embargo, fue el propio David quien tres días después compareció por voluntad propia en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva Dani Jarque para lanzar uno de los discursos más sinceros y directos de los últimos tiempos.
“Le tenía cariño, respeto, aprecio y admiración, pero para mí lo ha perdido todo”, sentenció el canterano del Espanyol, quien lamentó que su excompañero ni siquiera le hubiera llamado para disculparse o para interesarse por su estado. “La jugada fue totalmente indecente, la he visto repetida mil veces”, reprochó. Y remachó: “No es la primera vez, me ha pasado cuatro veces en tres partidos, así que el discurso de la nobleza ya no sirve. He intentado entenderlo, me rompió la nariz, me dio tres golpes más y no dije nada… Pero esta vez me parece que no soy tonto”, culminó.
Lejos de calmarse las aguas, no tardó desde Girona en replicar Stuani, quien aseguró tener "la conciencia muy tranquila". "Siempre juego de la misma manera, me gusta ir fuerte y tampoco me quejo cuando recibo una acción similar", justificó. Y añadió: "No tengo problemas con ningún excompañero". "Voy a seguir jugando igual, con el corazón y la garra", advirtió.
Han transcurrido dos años y no han vuelto a coincidir sobre el césped, ya que para el Girona-Espanyol del 6 de abril de 2018 David ya se encontraba convaleciente de su grave lesión del cruzado de la rodilla izquierda. Y este viernes la misma articulación, aunque con una dolencia aparentemente mucho más leve, impedirá que se viva un nuevo episodio en el RCDE Stadium. Queda pendiente para la vuelta, en Montilivi.