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FEDERACIÓN VASCA DE FÚTBOL

Elustondo: "Rubiales me trató con soberbia, después se disculpó"

El presidente de la Federación Española de Fútbol exigió la dimisión de su homólogo de la Vasca. Le irritó la petición de la oficialidad con la selección de Euskadi. Arremete contra el mandatario de la Vizcaína.

Elustondo, presidente de la Vasca
AIOLDIARIO AS

Hace dos años se armó la de San Quintín con los presidentes de la Federación Española, Rubiales, y el de la Vasca, Elustondo. Este pidió la oficialidad de la selección de Euskadi y salió al paso Rubiales pidiendo su dimisión. "Rubiales me trató con soberbia, pero después me trasladó sus disculpas y las acepté. No entendí sus reacciones faltonas, sí su postura", ha expresado Elustondo ahora. "Sin duda, estamos ahora más cerca de lograr el objetivo de la oficialidad que cuando llegué al cargo. No sé en qué medida, pero sí porque se han hecho cosas que estaban paradas. En todo caso, hay que tener paciencia e insistir", resuelve, al tiempo que se ilusiona con un "preacuerdo" entre el Gobierno vasco y el español "para que se pueda abrir las selecciones vascas en el ámbito oficial e internacional". Después matizó esta sorprendente declaración, indicando que es una de las promesas que expuso Pedro Sánchez en las negociaciones con el PNV al comienzo de la legislatura.

Considera que las costumbres del aficionado han cambiado mucho y hoy en día es imposible llenar San Mamés "a no ser que traigas una selección de mucho prestigio". "Alguien tendrá que intervenir antes de que el fútbol vasco se divida -agregó en Radio Euskadi-. Entre todos hay que apoyar a la Federación Vasca. Estos años han sido de excesivo toque imperialista", expone el mandatario autonómico. Elustondo ha tenido que sofocar una revuelta interna, que estuvo a punto de acabar con su etapa en la FVF, justo cuando estalló el 'caso Argentina'. La albiceleste iba a jugar un amistoso con Euskadi y todo se fue al traste por un malentendido con el intermediario que trataba de cerrar el acuerdo. Un asunto turbio que puso en evidencia al mandatario vasco: "Lo ocurrido el año pasado con el amistoso no jugado ante Argentina ha sido, con mucho, el mayor disgusto que tenido durante mis ocho años al frente de la Vasca".

El dirigente vasco carga las tintas con el de la Vizcaína, Gómez Mardones. "Hubo muchos movimientos contra esta Junta que poco a poco se irán sabiendo. Se me insinuó que alegara una enfermedad, pasaron cosas que entre adultos son difíciles de entender", arranca.  "Mis relaciones con el presidente de la Federación Vizcaína no son buenas. Ha tenido problemas con todos los presidentes de la Vasca, es un personaje difícil de entender, con un carácter autoritario", lanza como dardos a Mardones. Y prosigue: "Había miembros de la Junta que apuntaban lo que ocurría y se lo pasaban al jefe y, además, cargando las tintas. He soportado lo que me ha tocado sin entrar en la broncas ni crear cismas", va detallando. "Lo primero que tiene que lograr el nuevo presidente es que tenga una Junta suya. Mardones ha venido a 7 de las 37 reuniones en 4 años, y eso solo se puede hacer desde un criterio autoritario y un criterio del poder erróneo", esgrime.