Jovic reacciona
El ariete serbio cuajó un buen partido con su selección ante Escocia: marcó un gol y transformó con solvencia un penalti. Se le notó más comprometido y luchador que de costumbre.
No fue con el Real Madrid, con el que no acaba de romper tras casi 18 meses de presencia, pero Luka Jovic dio muestras de su calidad en el encuentro en el que Serbia se jugaba el pase a la fase final de la Eurocopa 2021 ante Escocia. Los serbios cayeron eliminados en la tanda de penaltis, pero el delantero madridista fue una de las caras positivas de la selección balcánica: marcó el gol que le daba vida (y prórroga) a los suyos ante los escoceses (ganaban a escasos segundos del final del encuentro 0-1) y transformó el segundo lanzamiento de penalti de los suyos en la tanda fatídica.
Jovic empezó en el banquillo para ser utilizado como revulsivo por su seleccionador, Ljubisa Tumbakovic: le dio entrada en el minuto 70 por Maksimovic. Y su entrada tuvo premio: fijó a los centrales escoceses, dio libertad tanto a Mitrovic en la punta del ataque como a Tadic para que éste enganchara desde la media punta dejándose caer por ambas bandas e incluso se movió desde la zona de los tres cuartos para estirar a su selección… mientras mantenía otro pulso con el colegiado del encuentro, Mateu Lahoz. El colegiado valenciano tuvo que recriminarle un par de veces que se lanzase en el área rival (o en sus cercanías), intentando engañarle. Su premio llegó casi al final del encuentro. Tras avisar con un testarazo que salió desviado, una acción suya por banda izquierda derivó en el que debía de ser el último saque de esquina del encuentro. Y ahí apareció él para rematar, picado, el balón. A Marshall, meta de la Tartan Army, no le dio tiempo para alcanzar el esférico. Serbia forzaba de esa manera la prórroga. Luka no marcaba desde el pasado 9 de febrero, cuando lo hizo en Pamplona a pase de Fede Valverde.
Durante esos 50 minutos, Jovic se mostró incisivo, batallador a su manera, peleón, agresivo en el área. Su lanzamiento de penalti (poca carrera, fuerte, potente y a media altura) estuvo a punto de ser detenido por el meta escocés. Mostró un carácter y un compromiso no visto antes con la camiseta del Real Madrid. Quizá por la importancia del partido, tal vez por jugar con su selección en pos de un premio gordo como es jugar una Eurocopa. Pero las sensaciones que dejó en el Pequeño Maracaná de Belgrado fueron las de un jugador al que cuando se le da confianza y minutos puede dar mucho. Hasta ahora sólo ha participado en cinco encuentros, cuatro de Liga (Betis, Valladolid, Cádiz y Valencia) y uno de Champions (Shakhtar), en tres de ellos (Betis, Valladolid y Shakhtar) arrancó como titular y en los tres fue sustituido, sólo ha jugado 208 minutos en total y no marca desde el pasado mes de febrero (ante el Cádiz le anularon un gol por fuera de juego de Benzema). Ha sido más noticia por su vida fuera de los terrenos de juego (se saltó el confinamiento en Belgrado, fue cazado celebrando una barbacoa en Madrid con amigos…). Incluso Zidane parece haber perdido toda confianza en él: en el último encuentro del Madrid (la derrota ante el Valencia) ha apostado por la presencia de Mariano antes que el serbio, quizá para estimularle, quizá como aviso. Jovic tiene aún dos encuentros más con su selección para acabar de encontrar sensaciones que obliguen a Zidane a seguir confiando en él. El duro calendario que afrontará el Madrid tras este parón de selecciones necesitará de todos sus jugadores. Incluido Jovic…