Una carambola deja sentenciado a Rubén Baraja
El meta Cristian Álvarez, con un autogol, le dio la victoria a un pobre Tenerife. Fran Fernández respira y llega vivo al derbi.
En un pobre partido de fútbol, el futuro de Rubén Baraja quedó sentenciado después de que un autogol de su portero le diera los tres puntos a un flojo Tenerife cuyo entrenador respiró un poco y llegó vivo al derbi ante Las Palmas.
Este duelo de necesitados empezó con una puesta en escena valiente de los aragoneses con Toro Fernández y Narváez desde el inicio. Los insulares no fueron menos ofensivos, con presencia de mucha gente de vocación atacante. Fue el uruguayo el primero que probó, aunque a las manos de Ortolá (2’). Instantes después Zanimacchia entró solo entre los centrales, pero Bruno se cruzó a tiempo.
Se veía mejor al Zaragoza aunque avisó Zarfino con un cabezazo al larguero (6’) y un posterior lanzamiento a las nubes. Poco a poco, el Tenerife empezó a quitarse del dominio rival, aunque los de Baraja seguían teniendo la pelota.
Al cuarto de hora llegó la primera emoción cuando, tras consultarlo largamente con el VAR, el colegiado decretó gol del Tenerife: un cabezazo de Fran Sol tuvo la complicidad de Cristian Álvarez que no pudo atrapar el balón y lo introdujo en su portería por inercia. Así, medio de carambola, el partido se puso 1-0.
Afectado por el resultado, el Zaragoza empezó a cometer muchas imprecisiones y dejó a sus delanteros demasiado aislados. Los de Fernández se adaptaron mejor a la situación, entregaron el balón y esperaron los errores del rival para poder asustar. El primer tiempo murió sin nada destacable que reseñar.
Tras el descanso, el Tenerife pudo aumentar el resultado pronto, pero el gol de Vada fue precedido por falta, según el colegiado, de Moore sobre Chavarría. Baraja movió su banquillo tratando de buscar soluciones.
El partido, plano y con muchos errores, veía transcurrir los minutos con un conjunto visitante impotente y un cuadro local demasiado conformista. Iván Azón, sin embargo, reactivó el encuentro con un remate ‘pifiado’ que no molestó en demasía a Ortolá.
La película de Lugo volvía a revolotear porque el Tenerife no supo cerrar el encuentro y los aragoneses empezaban a ver la posibilidad de puntuar, como lo hicieron los gallegos en la última acción. Sin embargo, el Zaragoza no logró la épica como ante el Girona, volvió a perder y dejó muy tocado a su entrenador.