Cuenca asalta Vallecas en el 95'
Su cabezazo da el triunfo al Almería en el descuento. El Rayo, que había aguantado con diez desde el 27', cayó por primera vez en su estadio este curso. Los de Gomes se meten en playoff.
Había una vez, pero ya no. El Rayo vivía feliz su romance con Vallecas. Todo parecía perfecto. Ahí estaba siendo invencible hasta que llegó el Almería y terminó con el cuento. El gol de Cuenca en el último minuto —de la forma más cruel posible— rompió el hechizo franjirrojo para prorrogar el buen momento de los de José Gomes, que se cuelan por primera vez en los puestos de playoff. Mientras, los madrileños se descuelgan, después de haber aguantado con diez desde el 27' y siendo merecedores de algo más.
Advíncula llamó a la puerta del partido con un zurdazo que se fue rozando el palo y Makaridze metió la manopla para atajar un disparo de Pozo a renglón seguido. Tras esas primeras palabras de la Franja, el Almería ejerció su derecho a réplica: se hizo con la posesión y amenazó a balón parado. Los visitantes se sentían más cómodos e iban tejiendo con facilidad jugadas de peligro. Las más infartantes estuvieron en las botas de Sadiq, a pase de Akieme, y de Corpas, asistido por Morlanes. Velázquez truncó la primera y la segunda se marchó fuera por poco.
Los locales no ganaban para sustos, aunque el peor llegó con la expulsión de Advíncula por una dura entrada a Sadiq. A pesar de estar con uno menos, los vallecanos le fueron tomando el pulso al encuentro. Sufrían menos, aparecían más y un cabezazo de Isi, en un córner botado por Trejo, les devolvió protagonismo. Se quedaron a escasos centímetros del 1-0. Mientras que la sensación en el bando rival era la de haber desperdiciado sus oportunidades, dejando al Rayo vivito y coleando.
Tras el descanso, el Almería a punto estuvo de pegar el zarpazo definitivo, con un trallazo de Morlanes que sacó astillas al larguero. Sin embargo, el Rayo resistía en defensa y enseñaba los dientes en ataque: lo intentaron Catena, de tacón, y Andrés, en una contra. Agua. Dimitrievski salvó los tiros de Sadiq y Ramazani, pero los diez minutos finales fueron de locos. Iglesias Villanueva mostró la segunda amarilla a Sadiq (excesiva), que igualaba las fuerzas de los contendientes.
Pero ésta no fue la única intervención polémica del colegiado. No señaló un claro penalti de Maras (un codazo) sobre Qasmi. Otro más, van dos en una semana. Ya en el último suspiro, el Almería calcó el final ante el Sabadell —se impuso en el descuento— y un testarazo de Cuenca doblegó a un Rayo que veía cómo su entereza y sacrificio resultaban estériles. Y colorín, colorado, la racha en Vallecas se ha acabado.