Aprobados y suspensos del Pucela: Masip sostiene; Marcos André se estrena
El Real Valladolid volvió a mostrarse como un conjunto aguerrido pero sufridor en su primera victoria de la temporada.
El Real Valladolid estrenó al fin su casillero de victorias frente al Athletic Club, en un partido en el que dejó retazos de su solvencia añeja, por lo menos durante la primera hora de juego. Orellana y Marcos André vieron puerta por primera vez y pusieron tierra de por medio y más tarde Masip sostuvo las acometidas bilbaínas, que crecieron a partir del penalti de Luis Pérez.
Masip: Evitó el gol de Asier Villalibre a la hora de juego después de muchos minutos sin participar. Acto seguido, tapó todos los huecos para Williams. A la postre resultó decisivo. Estuvo atento en balones aéreos y contemporizando al final.
Hervías: Escogió bien las subidas. Propició el segundo gol con su potente disparo. Llegó hasta la línea de fondo en varias ocasiones, con resultado dispar. Vio la cartulina amarilla en la primera mitad y eso le hizo mella. Acabó sustituido después de una actuación correcta.
Bruno: Apenas intervino cuando el Real Valladolid tuvo la posesión (únicamente lo hizo diez veces). Sin él, se resolvió como un buen complemento para Joaquín, tenso, concentrado y expeditivo, alejado de los errores de otros días.
Joaquín: Contundente en el corte y por alto. Infranqueable por arriba y por abajo, volvió a demostrar que a partir de él se puede crecer en el apartado defensivo, pese al postrero penalti que provocó que el equipo siga sin mantener la portería a cero en ningún choque.
Nacho: Cometió un error de bulto grave en la jugada en la que Williams se marchó a por Masip. Tuvo menos presencia ofensiva que en citas anteriores. Sin embargo, en defensa mostró solvencia salvo en la citada acción.
Orellana: Ejecutó el penalti bien, con seguridad. Se le vio participativo en la primera parte, dejando metros por el costado para las acometidas de Hervías. Con el paso de los minutos, ya en el segundo tiempo, perdió presencia en detrimento de Plano.
San Emeterio: Volvió al centro del campo para ayudar a Hervías cubriendo su banda en sus acometidas. Sumó hasta 12 acciones defensivas exitosas, entre recuperaciones, intercepciones y despejes. Apareció poco con balón, pero devolvió el equilibrio a la zona media.
Alcaraz: Clarividente para abrir el balón a la derecha en la acción del gol. Mostró una versión más cercana que en otros partidos a la de temporadas anteriores, con varios robos de balón e intentando dar salida al equipo cuando tenía la posesión.
Óscar Plano: Muy móvil, apareció a menudo en el lado derecho para hilvanar jugada. Le ganó la partida con potencia a su par para ganar línea de fondo en el nacimiento del segundo gol. Participativo, además, se fajó en defensa.
Marcos André: Muy atento para provocar el error de Unai Simón en el penalti. Muy buenos movimientos a la espalda de Sergi Guardiola. Apareció con la caña para hacer el 2-0 a los tres minutos de la reanudación. El gol premió su buena actuación.
Sergi Guardiola: Dispuso del primer remate tras un centro de Nacho. Tuvo el 2-0 en otro servicio lateral de Hervías, que incompresiblemente se le marchó alto. Se le vio conectado y más a gusto jugando con otro punta, aunque sigue sin ver puerta.
Luis Pérez: Entró por Hervías para evitar que la amarilla del logroñés costaba un disgusto y el disgusto lo dio él. Hizo un penalti innecesario y cometió una falta que permitió colgar otro balón al Athletic. Superado.
Waldo: Con su salida al terreno de juego Sergio esperaba refrescar las bandas y aprovechar su velocidad. Sin embargo, apenas se le vio, puesto que para entonces el Athletic buscaba ya a la desesperada sacar algo positivo de Zorrilla.
El Yamiq: Aportó centímetros en el tramo final, entrando como tercer central. Aunque no tuvo acciones destacadas, su presencia física colaboró con el parapeto del Real Valladolid en los minutos finales.
Carnero: Dobló el lateral izquierdo, jugando por delante de Nacho, quien en esos momentos sufría algún que otro apuro en defensa. Vio la tarjeta amarilla y se mostró esforzado, sin llegar a intervenir demasiado, eso sí.