Cabrera, el uruguayo tarantiniano que prefiere el café al mate
El central del Espanyol se somete a un divertido cuestionario en que revela sus aficiones y su carácter ganador, y bromea con su capítulo de la “cucaracha”.
Cuenta Leandro Cabrera que su primer recuerdo futbolístico se remonta a cuando tenía cuatro años, fue a ver un partido de su hermano mayor y los chavales le invitaron a jugar con ellos. El central del Espanyol explica algunas de sus peculiaridades y secretos en un curioso cuestionario que le realiza el club perico. Hablando de su hermano, de ahí le viene el apodo de Lele: “A él le llaman Lolo, así que se complicaron poco, la verdad”, bromea.
Uruguayo de pura cepa, amigo de los asados y de salir a comer con los amigos, llama la atención que sin embargo Cabrera prefiere el café antes que el mate. Y el pan sin corteza al que sí la tiene, si le dan a elegir. Es quizá una de sus manías, como las que tiene al ingresar en un terreno de juego pero que prefiere no desvelar. “Tengo un montón, pero si las digo no sirven”, argumenta. Y confiesa que, de no haber sido futbolista sería entrenador, que le gusta el fútbol americano, así como que sus dorsales favoritos son el ‘4’ y el ‘6’.
De lo que tampoco cabe duda es que Cabrera es fan de Quentin Tarantino. Sería el famoso con el que iría a comer, además de Leonardo di Caprio, y también el director del que escogería cualquier película para ver, junto a Green Book, “una de las últimas que he visto”. Aunque lo suyo bien podría ser el cine fantástico, porque de tener un superpoder le gustaría teletransportarse. Y poderes no, pero carácter ganador, seguro tiene. Pese a ser defensa, preferiría anotar un gol en el último minuto que salvar uno.
Entre los secretos de vestuario, afirma el central que sus mejores amigos son Fran Mérida y el ‘Monito’ Vargas, y que el mejor peinado es, sin vacilar ni un segundo, Raúl de Tomás. Y ríe finalmente Cabrera cuando le preguntan qué le dice una cucaracha a un árbitro, en alusión al malentendido de la temporada pasada que él mismo vivió con un colegiado, que entendió que decía “cucaracha” cuando en realidad dijo “se agacha”. Se lo toma con humor Cabrera: “¿Qué le dice? Una más y te expulso”.