El Almería se estrella ante un heroico Girona que acabó con ocho
Ramalho (28’), Cristóforo (78’) y Monchu (82’) fueron expulsados, pero el equipo de Francisco resistió de forma titánica y se llevó un punto. Los locales remataron 31 veces.
El Almería se estrelló contra un Girona titánico que resistió no una, ni dos, sino hasta tres expulsiones para acabar agonizando presa de los calambres sobre el césped del estadio de los Juegos Mediterráneos. Una heroicidad lograda al amparo de un esfuerzo defensivo enorme, varias paradas de mucho mérito de su portero y la falta de puntería de un Almería que hizo todo lo que le exigía el partido para ganarlo, menos introducir el balón en la portería rival.
El encuentro tuvo un tramo inicial de igualdad que acabó pronto. El desequilibrio lo generó la expulsión de Ramalho. Una mala entrega atrás de Gumbau condenó al central en el duelo con Sadiq. Era el último obstáculo entre el ariete nigeriano y Juan Carlos y Arcediano Monescillo dejó sin efecto la amarilla inicial tras revisar la jugada en el VAR. El Almería se desmelenó a partir de entonces y se lanzó decidido a por el partido. Morlanes ejercía de lanzador y los rojiblancos cargaron su ofensiva sobre la banda derecha, donde Corpas y Balliu ponían continuamente en jaque a Luna.
Sadiq y Carvalho desperdiciaron en boca de gol dos centros medidos. El ariete no acertó a conectar con el balón y Carvalho evidenció que el remate de cabeza no es una de sus principales virtudes. El último aviso del primer tiempo lo dio Morlanes tras una gran combinación. Pero su disparo se encontró con la oposición de Juan Carlos. Para entonces José Gomes ya había enviado un mensaje claro de lo que esperaba del partido. Antes del descanso dio entrada a Lazo en detrimento de Samu Costa, que tenía una amarilla. El pivote luso mostró su enfado dándole un cabezazo a uno de los soportes del banquillo.
El Almería siguió inclinando el campo tras el intermedio. Pero el Girona resistía con mucho oficio. Sadiq tuvo el 1-0 de cabeza, pero remató demasiado centrado. A pesar del asedio, los visitantes tuvieron una opción clarísima para poner el encuentro del revés. Monchu, el único jugador del Girona capaz de darle salida a su equipo, lanzó un contragolpe y Sylla se plantó solo ante Makaridze gracias a un control excelso. Su disparo, en cambio, no estuvo a la altura de la jugada y a los catalanes se les fueron sus opciones a las nubes.
El Girona se mantuvo firme y seguía achicando agua en su área. Sadiq no acertó a rematar un buen centro de Akieme y Bernardo evitó bajo palos el gol de Corpas. Minutos después Carvalho estrelló el balón en el larguero. Cristóforo y Monchu complicaron mucho más el partido para los suyos con dos entradas contraproducentes que dejaron al Girona con 8 jugadores para afrontar los minutos finales del encuentro.
De forma heroica y con importantes dosis de fortuna consumó el Girona la proeza y se llevó un punto que le sabe a gloria después de varios disparos de Lazo, un paradón de Juan Carlos a cabezazo de Mendes, una ocasión clarísima de Cuenca y un gol bien anulado por fuera de juego de Sadiq. Los 31 remates de los almerienses se fueron por el sumidero. El Girona se llevó un punto que es un tesoro ganado con toneladas de fe y corazón.