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LAS PALMAS

Las segundas jugadas condenaron a Las Palmas

La falta de intensidad de los de Mel facilitó el juego ovetense para llevarse el partido en dos acciones casi consecutivas.

Las segundas jugadas condenaron a Las Palmas
CARLOS DIAZ RECIODIARIO AS

La UD Las Palmas mostró ayer en el Estadio de Gran Canaria su peor versión de todo el curso en un encuentro en el que “nos hemos visto maniatados porque hemos llegado tarde a todo", como así explicó el técnico amarillo en la rueda de prensa al finalizar el choque. Sin duda, los de Ziganda estuvieron más rápidos al quite y finos con el balón, a pesar de finalizar la partida con solo el 36% de la posesión.

Si en algo estuvieron de acuerdo todos los protagonistas amarillos que hablaron al terminar el partido fue en la incapacidad de los locales para anticiparse a los balones sueltos, rechaces u otras acciones que comúnmente se conocen como segundas jugadas. El primero de ellos en mostrarlo así fue Álvaro Valles en declaraciones a la emisora oficial del club afirmando que "hemos tenido malos minutos al principio y nos han cogido en dos segundas jugadas. Nos han cogido rápido y han tenido fortuna de meter las dos que han tenido. El equipo lo ha intentado hasta el último minuto, pero no ha podido ser". Y en la misma sintonía que el guardameta se mostraba su compañero Dani Castellano, comentaba lo siguiente: "Hemos intentado llevar la iniciativa desde el primer partido, pero en las segundas jugadas ellos han estado mejor, las han cogido, han generado contras y se han puesto 0-2. El partido se nos puso cuesta arriba. Al final hicimos el gol del honor e intentamos ir a por el empate, pero no pudo ser".

Así, el mensaje en el vestuario es unánime teniendo en cuenta las palabras de Mel en sala de prensa advirtiendo que sus peores errores se basaron en estar muy flojos “en algo que veníamos haciendo francamente bien, como era presionar cuando no teníamos la pelota. Ahí es donde hemos fallado de forma abismal, sobre todo en las jugadas de los dos goles. Vienen de un segundo balón que recuperan y nosotros estamos todos por detrás”. Esa falta de capacidad de asfixiar al rival y de no dejar que salieran los asturianos de su campo propició que “claro, todos los segundos balones eran para los de azul. Ese ha sido el mayor hándicap que hemos tenido”.

De esta forma, con un mal sabor de boca, se acaba esta maratón de cuatro partidos en menos de 15 días que, según Mel, “puede ser una causa de lo ocurrido ante el Oviedo. Otra de las cosas en las que no hemos estado bien es en el aspecto físico. Bueno, nosotros a lo mejor por eso no hemos hecho la presión, porque igual no hemos estado frescos”

Pero no todo son malas noticias para el técnico madrileño, ya que con esta semana de descanso su equipo podrá de nuevo recobrar las energías necesarias para enfrentarse al Girona e intentar conseguir la primera victoria del curso fuera de casa.