La Covid penetra en Valdebebas
Aunque el Real Madrid se ha 'bunkerizado' en la pandemia, los positivos del Castilla rompen esa burbuja. Hay jugadores del filial que suben a entrenarse con el primer equipo...
Los positivos en el Castilla, hasta cuatro en estos momentos aunque la plantilla ha vuelto a realizarse test PCR, han hecho saltar las alarmas en Valdebebas. El Covid-19 ha encontrado la manera de penetrar en Valdebebas pese a los esfuerzos ímprobos del club por 'bunkerizar' la ciudad deportiva blanca. El filial comparte el recinto, pero el club ha intentado desde el inicio de la pandemia que la rutina de ambos equipos, el de Zidane y el Raúl, sea estanca. Pese a ello, hay castillistas (Blanco, Gutiérrez, Sergio Santos...) que suben habitualmente a entrenarse con el primer equipo y dos (Marvin y Arribas) debutaron con el Madrid en la primera jornada de Liga. Santos, sin ir más lejos, fue convocado a Mönchengladbach por las lesiones de Carvajal, Odriozola y Nacho, y este mismo viernes estuvo en la sesión de Zidane...
Contactos muy tangenciales, pero que vinculan la actividad del Madrid y la del Castilla, que ve como su partido de este domingo contra el Rayo Majadahonda se ha aplazado oficialmente. En Valdebebas el día a día de la primera plantilla está medido al milímetro desde que se regresó en marzo tras el confinamiento. Especialmente en las zonas comunes.
En el comedor del equipo tienen que comer con doble distancia; no pueden servirse la comida ellos, como hacían hasta el pasado marzo: son servidos para que nadie se acerque a la comida. El vestuario sigue cerrado a cal y canto desde entonces. "No es la vida de un equipo de fútbol, es la vida de una expedición de la NASA a Marte", se ha llegado a escuchar en las instalaciones blancas.
Un protocolo para minimizar riesgos
El protocolo del club blanco es muy estricto. Desde las habitaciones a cómo se mueven por Valdebebas.Tras dejar el coche en el párking los jugadores se dirigieron a las habitaciones individuales que cada uno tiene en la residencia. Siempre, guardando escrupulosamente la distancia de seguridad. Allí tienen preparada la ropa de entrenamiento metida en bolsas biodegradables. Todo ese camino se realiza con guantes y mascarillas. En el campo de entrenamiento todos tienen un compartimento privado con sus botas y material para entrenar esterilizados. Las mascarillas y los guantes se dejan en esos compartimentos.
Los jugadores disponen también de un servicio muy limitado de fisios y médicos. Siempre, utilizándolo con una separación mínima de seis metros. En el gimnasio la misma separación y utilizando gel hidroalcohólico antes y después del uso de cada máquina. Para volver a casa, cada uno se ducha en su habitación y dejan la ropa en una bolsa biodegradable y se van a casa.
De momento, el Madrid es cauto y prefiere centrar sus esfuerzos en determinar los alcances del coronavirus en el filial, especialmente el número definitivo de infectados. Esta misma mañana, la plantilla volvió a acudir al hospital a someterse a test. La entidad monitorizará los casos positivos, realizará confinamientos y vigilará los contactos estrechos que hayan tenido. La burbuja de Valdebebas ha sufrido un golpe con los positivos múltiples del Castilla, pero el Madrid considera que ha venido cumpliendo un régimen muy estricto de seguridad sanitaria (sólo Mariano y Lunin, éste durante su estancia con Ucrania, han dado positivo en el primer equipo) que ha permitido hasta hoy evitar contagios masivos en la primera plantilla y el staff alrededor de ella.