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ATHLETIC 2- SEVILLA 1

Muniain y Sancet desmelenan al Athletic ante un Sevilla en crisis

Premio a la valentía de Garitano, que acertó en los cambios. La Champions pesó a los nervionenses, que se dejaron remontar en los minutos finales.

Dos locos bajitos rompieron el ecosistema creado por el Sevilla para salir de San Mamés por la puerta grande. Muniain y Unai López. Dominaban los nervionenses todos los registros, tenían una autoridad sobre el juego insultante, pero perdonaron la vida al Athletic, como en un cabezazo de En Nesyri que sacó en la línea Iñigo Martínez al de poco de arrancar la segunda parte, y acabaron pagándolo. Después de 70 minutos de impotencia en los que estuvieron cerca de besar la lona, salieron Unai López y Muniain y se armó la de San Quintín. También Villalibre, que desajustó a todos con sus movimientos por la verde pradera, y Vesga, colaborador en el primer gol, y Sancet, que certificó la remontada. Los cambios esta vez fueron mano de santo y dejaron sin capacidad ofensiva a los pupilos de Lopetegui, que se metió en la cueva en la segunda parte en lugar de ir valiente a por el segundo tanto y clavar la puntilla. El pescuezo de Garitano seguirá intacto.

Fue una remontada por riñones, por orgullo y por el cambió táctico de Garitano. Como todo amenazaba ruina, metió a dos referencias arriba, mientras que Lopetegui se abrigó mucho atrás y dejó solo en punta a De Jong. Para lo que pretendía ¿por qué no poner ahí a En Nesyri o Carlos Fernández a la carrera? El Athletic estaba momificado por el rondo rival pero le permitieron revivir y mete en un aprieto serio a este Sevilla con etiqueta Champions, esa que le dejó agotado en los 20 minutos finales y le aboca a una galopante crisis de resultados en Liga.

El origen el choque hacía presagiar una sonora paliza visitante. El Sevilla se tomó la tarde bilbaína como una prolongación del partido de Champions del miércoles. Lejos de hacerse el perezoso por la acumulación de esfuerzos, acumuló llegadas al área como un jabato. Lopetegui se queja de las pocas horas de descanso que tienen, pero puso a su guardia pretoriana. Solo las piernas frescas de Rakitic y En Nesyri con respecto al Rennes, por Óliver y Munir. El Athletic de Garitano tenía la etiqueta de equipo sólido, rocoso atrás, pero le despellejaron, se despojó de ella con una alineación más ofensiva, una versión festiva con Zarraga en el timón en medio, Berenguer por la derecha y Morcillo en el ala zurda. Le dio para rejuvenecer pero perdió solidez ante el Sevilla con un dibujo que no iba ni para delante ni para atrás.

El desequilibrio vino por demérito propio, pero sobre todo, por las virtudes de un Sevilla pletórico, que abrió la partida con un toma y daca. De tanto llegar, acabó marcando, eso que tanto le cuesta y que esta vez madrugó. Y luego ya no tuvo tanto frenesí por echar el aliento a Unai Simón. Lopetegui lo tenía muy claro: se posicionaban de forma magistral en defensa para robar y lanzar contras. La superioridad en el medio campo era manifiesta, con Rakitic-Fernando-Jordán por dentro más De Jong y Ocampos incorporándose desde la cima en un sinfín de travesías con la movilidad de un ejército de avispas. Si la solución había que buscarla por los laterales, Capa y Yuri apenas entraron en juego, en parte por el tapón de dos extremos natos como Berenguer y Morcillo.

Los nervionenses transmitían pánico a la estructura defensiva bilbaína y sus diagonales eran puro veneno. El Athletic, con su defensa muy hundida, estaba aturdido, no sabía detectar los movimientos en ataque del Sevilla, con los interiores en ocasiones cayendo a banda y generando mil desajustes. Era tal la desesperación que Raúl García tuvo algún problema dialéctico con Lopetegui. El árbitro les obligó a una tregua y el navarro le dio la mano tan fuerte al exportero que lo metió en el terreno de juego.

Faltaba autoridad y audacia entre los leones, como con el rutilante fichaje de Bereguer, demasiado cómodo a la hora de quitarse el balón y poco desafiante con sus pares. Parecía Bale. El baño táctico era de Champions. Cuando el Athletic presionaba arriba, el Sevilla acumulaba gente cerca de su área para sumar pases de seguridad y atraer a los rivales. Una vez que ya tenían a la presa en sus redes, se lanzaban balones en largo para situaciones de tres contra tres con Ocampos, De Jong y En Nesyri, revoloteando por arriba y estirando el campo.

Zarraga, chisposo de saque pero muy diluido ante la autoridad de los pilotos hispalenses, y Raúl García, contrariado toda la tarde, salieron del campo. Ambos, rebajadísimos, dejaron su sitio a Villalibre y Unai López, para mudar el esquema y tener dos referencias arriba. El cuadro empezó a cambiar. De hecho, el Athletic realizó al fin su primer remate entre los tres palos, un cabezazo muy tímido y centrado de Williams. Luego le imitó Dani García. El caso es que con dos cositas, esto es, los riñones y las bandas, el Athletic se reencontró y fue cogiendo confianza. Y sin los Garcías, que son santo y seña para el técnico. Empezó el equipo a residir en campo del Sevilla, que no despejaba nada, todo se lo remataban. Los últimos 20 minutos retrataron a un equipo hispalense sin respuesta. Un córner sacado por Morcillo fue peinado por Vesga y Muniain metió un gran gol entre Bono y el poste. El Athletic atacaba como quería la defensa en zona andaluza, con criterio. Lopetegui iba por lo físico con un 4-5-1 pero el Rennes les había dejado para el arrastre. El partido cogió lija y sus muchachos se achicaron. Sancet culminó la remontada tras un gran centro de Williams. Había que simplificar y se ganó con un córner y un centro al área, como el Athletic de toda la vida, vamos. Sin florituras. Los milagros aún existen en La Catedral.

Lopetegui: "Nos ha castigado el fútbol"

El entrenador del Sevilla, Julen Lopetegui, dijo que "el fútbol" les "castigó" con la derrota frente al Athletic Club (2-1) en un partido en el que "no fue suficiente" que su equipo hiciera "las cosas bien durante 60 minutos".

"El plan no era meternos atrás sino para continuar haciéndoles daño. Es cierto que seguramente las fuerzas han podido flaquear, pero el peor escenario posible era meternos atrás y lo hemos hecho. No hemos sabido gestionar esos momentos", valoró el técnico del equipo sevillista.

Lopetegui admitió, además, que con los cambios que introdujo en la segunda parte no ayudó al equipo y, por ello, se declaró como "el primer responsable" de la derrota. "Seguramente no hemos hecho las cosas que teníamos que hacer, empezando por el entrenador", asumió.

El técnico guipuzcoano reconoció también que pudieron acusar el cansancio acumulado tras el partido del pasado miércoles frente al Rennes.

"Ahí no podemos hacer nada ni buscar paños calientes, es la realidad. Todo el mundo sabe el desgaste al que estamos sometidos, pero es lo que hay y nos tenemos que atener a jugar en menos de 72 horas dos partidos de esta exigencia", lamentó

"Claro que hemos acusado ese escenario, pero no todo ha sido por eso. Hay un cúmulo de circunstancias, como los cambios que he podido hacer y la no intención de seguir haciendo lo que teníamos planeado, que han hecho que perdamos tres puntos importantes", incidió. -EFE

Garitano: "Es un triunfo de los jugadores"

Gaizka Garitano, entrenador del Athletic Club, destacó la importancia de los tres puntos sumados frente al Sevilla gracias a los goles de Iker Muniain y Oihan Sancet en la recta final del partido y afirmó que fue una victoria "de los jugadores" y no suya por los cambios que introdujo en el equipo.

"Es una victoria de los jugadores. Cuando perdemos pierdo yo y cuando ganamos lo hacen los jugadores", zanjó el técnico cuando se le cuestionó por la importancia en el marcador final de los futbolistas que introdujo en ese tramo final como Muniain, Vesga o Sancet, que fueron claves en el triunfo.

Garitano añadió que la victoria es más importante por los puntos logrados que por la confianza que puede darle al grupo después de su mal inicio de campaña. "La autoestima ya la teníamos bien", aseguró.

"Cuesta más cuando pierdes, pero hay que animar a los chavales, disfrutar y a partir de mañana seguir para pensar en el Valladolid e intentar seguir ganando. Hay que seguir trabajando con la misma ilusión y en eso este equipo nunca falla", añadió.

Sobre el encuentro, el técnico vizcaíno apuntó que, aunque el Sevilla "empezó mejor", ya en la primera parte el Athletic hizo "cosas buenas" aunque le faltó un "rematador" para culminar las "tres o cuatro llegadas" de la que dispuso.

"El partido tuvo mucha ida y vuelta y eso nos ha venido bien porque físicamente hemos acabado mejor. Los que han entrado lo han hecho bien, pero también porque el partido estaba ya más roto", subrayó. -EFE