El Leganés nunca marca si encaja y aún no ha empatado este curso
Los blanquiazules no han conseguido aún hacer un gol después de encajar en ninguno de sus partidos lo que lastra su capacidad de remontada. “Los empates pueden ser clave al final”
El arranque de temporada el Leganés se ha convertido en una montaña rusa de sensaciones (a veces positivas, a veces negativas) con algunas certezas sorprendentemente taxativas y sin término medio. Dos generan especial preocupación. La primera es que los de José Luis Martí no saben empatar. O ganan (5 victorias), o pierden (4 derrotas). Tampoco saben remontar en el sentido más absoluto de la expresión. Siempre que un rival ha marcado al Leganés, los pepineros jamás han hecho un gol posterior, al menos un gol, de reacción.
Este último factor es especialmente llamativo porque este Leganés es un equipo hecho para atacar en el que los recursos ofensivos sobran. Pocas alineaciones, banquillos y plantillas en Segunda con la capacidad atacante del Lega. Pero en este arranque de curso la tónica se recibe: si le marcan, no reacciona.
Anoche, ante el Sabadell, Martí achacó esa imposibilidad para reamarse y buscar el empate tras el 0-1 en la falta de continuidad que tuvo el juego por los mil y un sucesos que trocearon la reanudación. “La segunda parte no se ha jugado”, se quejó tras el choque. Razón no le falta. Desde el gol (minuto 52’), sucedió de todo: la eterna revisión del VAR en el tanto (primero lo anuló por fuera de juego y luego lo validó), la doble lesión del árbitro (fue atendido, regresó, pero acabó marchándose), faltas, interrupciones y un tiempo añadido de diez minutos que se quedó corto.
Atribulado tras encajar
Con todo y con eso, en los pocos minutos en los que el juego sí fue constante, al Leganés le asaltaron la precipitación y la ausencia de un plan con el que abrir la buena defensa del Sabadell. El equipo terminó arremolinado cerca del área, pero sin opciones de pisarla. Todo lo contrario que un primer tiempo en el que, con un bloque mucho más defensivo, el Leganés generó bastante más peligro.
Clasificación | PTS | PG | PE | PP |
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Fue un síntoma similar al que se vio en otros encuentros. Ante el Lugo, por ejemplo, el equipo se hundió tras el 1-1 y acabó cayendo 2-1. En ese lapso se mostró como un conjunto atribulado. Contra el Castellón el pálpito de impotencia fue similar. Al 1-0 le acabó acompañando el 2-0 y sin visos de empate. Frente al Girona sí que hubo sensación de poder igualar, pero la falta de puntería, ahí sí, fue el problema. El equipo generó. No fue suficiente.
Contra el Oviedo el gol en contra llegó sin tiempo para más (93’) y frente al Cartagena se encajó ya con un marcador holgado a favor (era el 3-1), pero en el inicio de la segunda mitad. En ese duelo tampoco logró hacer el Lega un tanto después de recibir uno en contra.
Sin margen para el empate
Este defecto habitual y recurrente en el Leganés tiene como consecuencia el que este equipo no ha sumado aún ningún empate. Un asunto que preocupa a Martí porque el entrenador mallorquín sabe que, por la vía de este resultado, se pueden resolver muchas campañas.
“Sabemos que es importante que, cuando no ganamos, tenemos que empatar. Esa suma de puntos puede ser importante para los objetivos al final de temporada”, admitió el técnico bastante tocado tras una derrota que vuelve a inyectar dudas en este Leganés de extremos.