Eric Curbelo resiste la dureza del calendario
El defensor grancanario ha disputado íntegramente los últimos cuatro encuentros, en un periodo de solo once días, con un altísimo nivel de rendimiento.
En un mes marcado por la celebración de seis choques, los últimos ante Almería, Castellón, Cartagena y Albacete en menos de 15 días, Pepe Mel ha tenido que ir variando considerablemente tanto sus convocatorias como sus alineaciones con cambios de hasta ocho jugadores en el once titular de un partido a otro como en el encuentro disputado ayer en el Carlos Belmonte. “Esto es muy largo, tenemos muchos partidos y vienen semanas con mucho trabajo. Cuantos más seamos, mejor", dijo el técnico al terminar la disputa.
Está claro que esta situación no es lo más ideal para un preparador que está intentando forjar una nueva idea de juego con un equipo joven que intenta madurar en muy poco tiempo con caras nuevas y ahí se ha erigido como uno de los líderes del vestuario un Eric Curbelo que, si bien al principio de temporada con la llegada de Ale Díez en el lateral derecho y la de Tomás Cardona en el centro de la zaga parecía relegado a un papel secundario esta temporada, se ha convertido en el comodín de Mel en defensa y en un fijo en este difícil tramo del calendario disputando todos los minutos de los últimos cuatro partidos alternando entre la banda derecha y defensor central.
Su evolución ha sido notoria, ya que en la primera jornada frente al Leganés no gozó de ningún minuto, para después ser titular ante el Fuenlabrada por la expulsión de Aythami en tierras madrileñas y porque Cardona acababa de llegar a la isla. Posteriormente, volvería a no participar en La Romareda en el partido contra el Zaragoza y, a partir de entonces entraría en el choque del Logroñés, en el minuto 41 por la lesión de Ale Díez, y en Málaga por la expulsión de Álex Suárez, sustituyendo a Pejiño para recomponer la zaga. A partir de entonces, ha encadenado titularidad tras titularidad, sin aparente síntoma de cansancio, y sería lógico que ante el Oviedo, con la vuelta de Lemos, tras su sanción, y de Aythami, recuperado de sus molestias, Pepe Mel le dé un respiro, aunque dijese el madrileño hace unos días que “debe haber unas palmeras de chocolate en Santa Brígida (su pueblo) que son tremendas. Da una energía tremenda. Eric Curbelo es nuestro comodín. La lesión de Ale Díez nos mató, pero Eric juega en varios sitios. Estoy muy contento con Eric, con su predisposición, porque lo da todo. De momento lo está haciendo muy muy bien".