Manu García, el 'líder pródigo' de un Sporting en ascenso directo
El centrocampista asturiano marcaba el 28 de octubre de 2015 su primer gol con el Manchester City, el primero como profesional en el equipo inglés.
Manu García se convirtió la temporada pasada en el fichaje más caro de la historia del Sporting. El hijo pródigo, que se había marchado a Inglaterra con apenas quince años, volvía a Mareo para liderar un nuevo intento de ascenso del equipo sportinguista a Primera. Si bien, no explotó todo su potencial en la primera temporada con actuaciones irregulares, en el inicio de esta 2020-21 empieza a mostrar su potencial y el equipo lo nota.
Raro es el partido en el que no deja algún destello que muestra su calidad, ya sea en una asistencia, un regate o, como en la última jornada ante la Ponferradina, con un golazo. Con un manejo de balón al alcance de muy pocos y una buena visión para dar el último pase a los delanteros, Manu García, con sólo 22 años, está llamado a ser el líder de un Sporting colocado en ascenso directo después de ocho jornadas, que sueña con el retorno a la máxima categoría.
A pesar de su juventud el jugador ovetense ha jugado en cuatro países europeos: Inglaterra, Países Bajos, Francia y España. Con apenas 16 años, militaba en el cadete gijonés cuando el Manchester City se fijó en él y lo enroló en su cantera. El 28 de octubre de 2015 Manu García se estrenó como goleador con el Manchester City; fue un partido de la Capital One inglesa, ante el Crystal Palace. El joven jugador reconocía después del partido su emoción por su primer gol en el City.
Era su segundo partido con el equipo, que por entonces entrenaba Pellegrini, y en seis minutos (salió en el minuto 88) le dio tiempo a demostrar su valía y conseguir el quinto gol del equipo. En aquel partido coincidió en el campo con el incombustible Jesús Navas. No obstante, en el equipo de Manchester no tuvo la continuidad que esperaba y comenzó un periplo de cesiones.
En el mercado veraniego acabó en el Alavés, equipo en el que apenas disputó 30 minutos en la Copa del Rey, situación que le llevó en el mercado invernal a jugar cedido en el NAC Breda, de la Segunda División de Países Bajos, con el que consiguió el ascenso a la Eridivisse. Este éxito le permitió continuar en el equipo un año más.
En esas dos temporadas jugó 58 partidos, dio 11 asistencias y anotó tres goles. Unos números que no le permitieron tirar la puerta del primer equipo del City, ya entrenado por Guardiola, y que le llevaron a una nueva cesión esta vez al Toulouse francés. El balance en la liga francesa fue de 34 partidos jugados, 4 asistencias y un gol.
Tras su paso por Francia, la vuelta a Manchester no fue como esperaba y, tal y como contó el propio jugador, tras una charla con Guardiola, decidieron que era el momento de cambiar de aires. Tras analizar con el entrenador español si se volvería a ir cedido o traspasado en el verano de 2019, Manu García decidió volver a casa, fichaba por el Sporting. Se convertía en el fichaje más caro del club asturiano
Cinco temporadas después regresaba a Gijón, para liderar un proyecto deportivo que volviera a Primera e iba a poder realizar el sueño de cualquier canterano de Mareo: debutar con el primer equipo en El Molinón-Quini. Sin duda, la vuelta de Manu García ilusionó a la afición y él, a pesar de su juventud, aceptó el reto. En los 40 partidos que disputó la pasada temporada como rojiblanco sumó ocho asistencias y tres goles.
En lo que va de la presente campaña lleva un gol y una asistencia pero, al margen de los números, Manu García está llamado a ser el líder del histórico Sporting con una obsesión: volver a Primera.