Una vez más, y ya son varios capítulos esta temporada, el Oviedo salió de su duelo ante el Rayo Vallecano con la sensación de que su bagaje ofensivo había sido pobre. El 0-0 mostró a un equipo madrileño un poco más ambicioso, sobre todo en la segunda mitad, pero las buenas intervenciones de Femenías evitaron un desenlace peor.
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Para el Oviedo, la igualada supone una nueva decepción y confirma que al equipo le cuesta generar ocasiones. También anotarlas. Solo lleva tres goles en su cuenta, todas ellas tras acciones a balón parado: dos faltas colgadas al área y un penalti. El margen de mejora de los azules se sitúa en el ataque.
Los de Ziganda son uno de los equipos con peores números en ataque. La novedad de Blanco Leschuk en las tres últimas jornadas le ha dado al equipo mayores registros arriba, aunque tampoco se le ha visto disfrutando de muchas ocasiones ante el arco rival. Ziganda sigue buscando el gol, el bien más preciado.
