El Madrid descartó a Pedri
El canario aterrizó el 5 de febrero de 2018 en Madrid, se entrenó dos veces con el Cadete A y le descartaron. Un año más tarde volvieron a rechazar su fichaje.
El 5 de febrero de 2018 es una fecha que en Valdebebas va a tardar en olvidarse. Ese día un joven canario de sólo 15 años aterrizaba en Madrid procedente de Tenerife para entrenarse con el Cadete A del equipo blanco. Su nombre era Pedro González, pero entonces ya se le conocía como Pedri.
Ese 5 de febrero, lunes, una fuerte nevada cubrió los campos de la Ciudad Deportiva del Real Madrid. Eso provocó que Pedri tuviera que esperar hasta el martes para enfundarse la equipación madridista por primera vez. Se ejercitó ese día y lo volvió a hacer dos más tarde, el jueves, porque el miércoles el Cadete A tuvo un partido. Los técnicos de cantera realizaron un informe negativo: debía regresar a su tierra para seguir en el Laguna, porque consideraban que no tenía nivel para ingresar el curso siguiente en la cantera madridista.
Este error escuece todavía en Valdebebas, porque en los últimos años se ha dado máxima importancia a captar a los mejores talentos jóvenes del planeta (Vinicius, Rodrygo…), pero también se intenta que los mejores españoles ingresen en la cantera madridista.
El caso de Pedri es todavía más doloroso porque al inicio del verano de 2019, cuando ya llevaba un año en Las Palmas (los amarillos lo ficharon del Laguna en el verano de 2018), el canario volvió a ser ofrecido al Real Madrid. Sin embargo, los informes sobre él no eran favorables, teniendo en cuenta aquellos dos entrenamientos de 2018, y volvieron a descartarlo.
Quien no le descartó fue Pepe Mel, que decidió subirle directamente del Juvenil al primer equipo para la 2019-20. Eso provocó que el Madrid, a contrarreloj, quisiera enmendar su error. Era demasiado tarde. El Barcelona había puesto sus ojos en él y decidió invertir cinco millones de euros el verano pasado, una cantidad que ahora mismo parece un chollo. El jugador, dolido con el Madrid, no dudó. Además, su ídolo siempre fue Iniesta y seguir los pasos del manchego significaba cumplir un sueño. Algo que nunca se habría producido si en aquella semana de febrero de 2018 los informes sobre aquel chico canario que aterrizó en Valdebebas hubieran sido favorables…