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BARCELONA-REAL MADRID

El Clásico es el oasis de Asensio

El balear dio el salto con dos golazos ante el Barcelona en la Supercopa de España 2017. Tras fallar contra el Shakhtar, necesita cambiar la dinámica.

MadridActualizado a
Asensio celebra un gol durante el Real Madrid-Barcelona.
REUTERS

Marco Asensio llega al Clásico necesitado de un espaldarazo. El balear salió claramente perjudicado del encuentro contra el Shakhtar Donetsk del pasado miércoles: fue titular por la derecha del ataque, su posición predilecta, pero no fue capaz de romper la muralla ucrania ni en la primera parte ni en la segunda (aunque tras el descanso mejoró ostensiblemente). Disparó dos veces y dio 42 pases buenos de 46 (91%), pero perdió hasta 14 veces el balón y sólo recuperó dos. Aseguró la circulación blanca, pero no fue el cuchillo en ataque que el Madrid necesitaba, aunque mejoró con mucho a sus dos compañeros de ataque, Rodrygo y Jovic.

Es un escaso consuelo, pues Asensio sigue buscando su mejor nivel y este no llega. Está contando con muchos minutos desde que se recuperó de la lesión que le dejó fuera de los dos primeros partidos de LaLiga, 236 minutos en cuatro encuentros, y de momento ni goles ni asistencias para el mallorquín. Su curso pasado estuvo marcado por la grave lesión que sufrió en pretemporada, pero el retraso de la competición por el coronavirus le permitió tener minutos y en ellos sí enseñó una versión más cercana a lo que Zidane espera de él: tres goles y una asistencia en 334 minutos tras el confinamiento.

Dos golazos en el Clásico

Ese es el camino que Asensio debe recorrer y en este punto aterriza en un Clásico que, en el pasado, le dio las mayores alegrías como madridista. La Supercopa de España 2017 fue para el balear un punto y aparte en su carrera blanca: firmó dos golazos que resultaron vitales en el triunfo del Real Madrid contra el Barcelona en aquel torneo de agosto. Primero, en el Camp Nou y saliendo desde el banquillo, un zapatazo a la escuadra para culminar un contragolpe y certificar el 1-3 final.

Y ya en la vuelta, como titular, otro misil desde su pierna izquierda con recuerdos de aquel que ya le anotó al Sevilla en la Supercopa de Europa 2016, en Trondheim (Noruega). Un gol que desató los gestos de los que lo presenciaron: el de Ter Stegen, resignado tras hacer la estatua; y el de Zidane, contando mentalmente con su mano derecha la colección de obras de arte de Asensio. Para el ex del Mallorca, fueron sus días más felices como madridista, aquellos en los que más se acercó a hacerse con un puesto como indiscutible en el equipo blanco.

El balance de Asensio ante el Barcelona

Más de tres años después de aquello, Asensio se presenta en el Clásico con pocas opciones de partir desde el once titular (Vinicius y Benzema apuntan a ser la dupla atacante, con cuatro medios por detrás) y con la necesidad de reivindicar su figura ante un equipo que, globalmente, no se le ha dado demasiado bien: aquellos dos goles supusieron sus dos únicas victorias ante el Barcelona, en 14 partidos. Con la camiseta del Espanyol se midió a los culés cuatro veces: tres derrotas y un empate. Y con la blanca, a esos dos triunfos suma cinco derrotas y tres empates (por lesión, no estuvo presente en los dos duelos del curso pasado: 0-0 del Camp Nou y 2-0 en el Bernabéu).